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Incluso antes de que se haga oficial el anuncio de que la Fórmula 1 llegaría a Arabia Saudita la próxima temporada, para disputar una carrera, están lloviendo las críticas al Gran Premio planeado en el Medio Oriente. Amnistía Internacional habla de "lavado de deportes": el país quiere pulir su imagen para distraer la atención de las violaciones locales de derechos humanos.

Renault al final de esta temporada cambiará de nombre y se convertirá en el equipo Alpine, con un relanzamiento del histórico nombre también ligado al mundo de los rallies. Un piloto también cambiará, con la despedida de Daniel Ricciardo y la llegada de Fernando Alonso. Pero los planes para acercarse a las victorias y la cima de la Fórmula 1 no cambiarán, porque los objetivos aún están lejos en el tiempo.

Toto Wolff quiso recordarlo después de Imola, con el séptimo título de Constructores fresco. Una señal de que Aldo Costa ha dejado huella en el no indiferente equipo campeón del mundo, no solo a nivel profesional sino también a nivel humano, a pesar de que prácticamente ya no está en Brackley desde el año pasado.

Trece carreras y once victorias fueron suficientes para que Mercedes se llevara el título mundial a falta de cuatro fines de semana de carreras. Sin embargo, durante los Grandes Premios, según el equipo, siempre era Red Bull quien se aseguraba de que no pudieran descansar ni un momento.

El calendario acortado y condensado de la Fórmula 1 2020 acabó inevitablemente dañando el trabajo de Pirelli. De hecho el proveedor tuvo que revisar por completo sus planes de trabajo de cara al 2021 para poder definir los compuestos a utilizar en la próxima temporada.

En la fase final del Gran Premio de Emilia-Romagna, la carrera de Max Verstappen fue brutalmente interrumpida. El holandés era segundo en Imola cuando de repente perdió el control de su Red Bull RB16 mientras frenaba la Variante Villeneuve.

Una nueva guerra podría acecharse en el horizonte de la Fórmula 1 e involucra a un piloto que ha librado guerras en el paddock. Por una vez, sin embargo, Fernando Alonso se encuentra jugando un papel pasivo. De hecho, Renault y los otros equipos se miran con desagrado. El equipo francés quiere poner al español al volante para que se adapte a los nuevos monoplazas. Y le gustaría hacerlo en las pruebas de jóvenes pilotos programadas en Abu Dhabi en diciembre.