Toto Wolff quiso recordarlo después de Imola, con el séptimo título de Constructores fresco. Una señal de que Aldo Costa ha dejado huella en el no indiferente equipo campeón del mundo, no solo a nivel profesional sino también a nivel humano, a pesar de que prácticamente ya no está en Brackley desde el año pasado.
El director del equipo Mercedes después de la bandera a cuadros había desempolvado una vieja anécdota del ingeniero de Parma, que antes del ciclo híbrido había dicho que la casa de la estrella no debería aspirar a ganar solo un título, sino muchos, abriendo un ciclo. Y el propio Costa, en la Gazzetta dello Sport, confirmó que fue exactamente así: "Todo es cierto, es como dice Toto".
"Teníamos carteles en los que escribir proyectos y ambiciones, así que escribí que no deberíamos pensar en ganar un título, pero conquistar muchos. No era un fanfarrón, son objetivos que requieren procesos organizativos completamente distintos”. A principios de 2014, el equipo estaba en una especie de retiro en Oxford, en una vieja prisión que se convirtió en el Malmaison, un hotel, para hacer plaza en vista del punto de inflexión.
Al ser recordado, Costa se mostró muy complacido: “Me asombró, pero el hecho de que Toto recordara ese episodio es la confirmación del ambiente en el equipo, de los valores que hemos elevado. Toto no habló de mecánica, de técnica, pero habló de personas y valores. Definió a Mercedes un 'Fun-Team', porque te gusta trabajar ahí".
"Esto es porque hay unidad, no política. Y sobre todo hay un clima de no culpa, un aspecto fundamental. Si cuando te equivocas sabes que te protegerán y consolarán más que señalarte, te sentirás libre para atreverte. Y en un contexto de rápido desarrollo como es la Fórmula 1, la audacia es absolutamente necesaria".
"Es una cuestión cultural que en mi opinión es la base de todos los grandes éxitos deportivos. En esto, Mercedes es como los All Blacks: la gente pasa, la cultura que construyeron permanece y se fortalece. Retórica. En Mercedes están contentos de que otros piensen que es retórica, así que no la imitan”. Rápidamente se explica cómo se puede transmitir esta mentalidad y esta filosofía: "Esa cultura que está impregnada en los muros de Brackley se transmite. El que saluda prepara el futuro y hace crecer sucesores en la misma filosofía. Es también una forma de adaptarse a vicisitudes de la vida. Por eso sigo imaginando un Mercedes muy fuerte, y no veo quién podrá detenerlo”.
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