Por cuarta vez en su historia, Red Bull ha cambiado su formación de pilotos en el transcurso de la temporada. De hecho, en los dos primeros campeonatos de la categoría superior, Klien y Liuzzi se turnaron en 2005, y Klien y Doornbos en 2006, seguidos por el intercambio de Kvyat-Verstappen diez años después, en 2016.
En 2019, después de promover a Pierre Gasly en el equipo oficial, a partir del GP de Bélgica, Red Bull decidió reemplazarlo con Alexander Albon, proveniente de Toro Rosso, haciendo que el piloto francés tomara la ruta inversa. Christian Horner, director del equipo anglo-austriaco, hizo un balance del cambio en la carrera.
“Lo bueno para Pierre Gasly fue que abrazó el regreso a Toro Rosso de manera positiva. Todavía tiene un volante de Fórmula 1, no fue expulsado del programa Red Bull y ha respondido muy bien a todo esto. Fue lo correcto y ambos pilotos se adaptaron muy bien".
El gerente británico también está satisfecho con el enfoque de Albon: "Has visto cómo cada vez Alex ha mejorado. Tuvo mala suerte en Brasil, pero hizo todo brillantemente bien, considerando que era su primer año. Él corrió en dos equipos, con la presión de unirse al equipo principal con Max como su compañero. Creo que manejó todo muy bien, aprovechando la oportunidad que tuvo e impresionando a todo el equipo con su enfoque, su actitud, su forma de correr y sus comentarios".
Horner, sin embargo, no quiere cargar a Albon con demasiadas expectativas, simplemente pidiéndole continuidad en su parábola de crecimiento para 2020: “No hay objetivos específicos, solo debe continuar su desarrollo. Para Alex será la primera vez desde que corrió en karts donde tendrá cierta estabilidad año tras año y creo que se beneficiará de ello. Ha tenido que enfrentar muchas adversidades a lo largo de su carrera, pero ha podido hacer frente a todos y aprovechar el lado positivo de cada situación".
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