Wolff estaba seguro de que Hamilton podría mantener a Verstappen a raya a pesar de los intentos del Red Bull en los compases finales, los neumáticos del británico no estaban en las mejores condiciones.
"En otra pista habríamos perdido esta carrera", comenzo diciendoToto Wolff, como de costumbre el jefe del equipo Mercedes fue muy franco en el análisis posterior a la carrera de Mónaco, e inmediatamente dejó en claro que sin la conformación del circuito de Monte Carlo, la racha ganadora del Mercedes se habría interrumpido.La razón fue el error en la elección de los neumáticos en la parada en boxes que tuvo lugar en la décima vuelta, una parada causada por el auto de seguridad que ingresó a la pista. No querían cambiar la estrategia planificada, que incluía 25 vueltas con el Soft y las 51 finales con los medios, y de hecho, ajustaron los neumáticos "amarillos" a Hamilton y Bottas, a diferencia de Vettel y Verstappen. Quienes vuelven a la pista con el duro.
Las razones de la elección fueron dos. Mercedes es un himno a la programación, y al tener solo un juego del compuesto soft, no probaron las carreras largas en las pruebas del jueves, pero sobre todo los estrategas identificaron al compuesto medio como la mejor opción, considerando las posibilidades en ese momento 90% en los monitores del equipo de la llegada de la lluvia.
Obviamente, en caso de lluvia, no habría tenido más remedio que cambiar a "mojado", pero en caso de una lluvia ligera, los neumáticos medios habrían ofrecido más garantías que los duros en términos de agarre: "Pero después de aproximadamente diez vueltas comprendimos con Lewis que la elección era incorrecta", explicó Wolff. "El granulado se hizo visible de inmediato en la parte delantera izquierda y comprendimos que sería una carrera difícil".
El box de Mercedes tuvo inmediatamente la contraprueba de la elección equivocada al observar el ritmo y los neumáticos de Bottas, quienes, después del contacto con Verstappen (en el que informó el pinchazo de la parte delantera derecha después de ser empujado contra la pared del box), fueron obligados en una segunda parada en boxes. Al no tener más medios nuevos, Valtteri tuvo que montar el único conjunto de duros (nuevos) disponibles.
Hamilton logró una verdadera obra maestra, logrando administrar un monoplaza que gradualmente se fue subvirtiendo y siempre con el perfil de Red Bull de Verstappen en los espejos.
Pero la finca de Lewis, que hubiera sido suficiente para que un pequeño error en una parada se encontrara en la segunda posición, no fue la única preocupación en el muro de Mercedes.
A partir de la vuelta 51, Verstappen podría haber hecho una segunda parada para colocar los soft (y descontar la penalización de cinco segundos) al regresar a la pista sin encontrarse en el tráfico. Dados los tiempos impresos por Gasly, Max probablemente habría alcanzado el trío Bottas-Vettel-Hamilton, entonces, por supuesto, habría existido la incertidumbre de si superar o no a los rivales directos, ya que podrían contar con un auto con más rendimiento en tracción y frenada.
Incluso sin adelantar, Max hubiera terminado su carrera en el cuarto lugar, y probablemente también con la vuelta más rápida, pero en Red Bull preferían apostar a la posibilidad de que Verstappen pudiera pasar a Hamilton, una apuesta que resultó ser incorrecta. En Mercedes soltaron un suspiro de alivio cuando se dieron cuenta de que el único escenario temido no ocurriría. Dejando las posiciones sin cambios, incluso si los neumáticos de Lewis se precipitaran, en el box de Mercedes estaban seguros de que el campeón del mundo no habría sucumbido ante un adversario, probablemente más rápido.
"El año pasado vimos a Ricciardo ganar con 160 caballos menos", recordó Wolff. "En esta pista, si no comete un error, mantener la posición es casi un hecho". Por esta razón, incluso si Lewis vía radio ha preguntado varias veces si estábamos convencidos de la elección hecha, nunca hemos considerado la posibilidad de una segunda parada".
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