El cinco veces campeón mundial recordó los tiempos del debut en Yamaha y reconoció que su actitud podría fácilmente confundirse con arrogancia. En 2008, de regreso de dos campeonatos mundiales en 250 con Aprilia, Jorge Lorenzo se mudó a Yamaha, tomando el asiento de Colin Edwards junto a Valentino Rossi. Y el debut del mallorquín fue recordado, con la pole obtenida en el debut de Losail y la victoria en la tercer carrera del campeonato en Estoril. Con solo 20 años de edad, el español se presentó de una manera indudablemente audaz, decidido a aprovechar al máximo su talento: "Cuando pasé de 250 a MotoGP fui muy irreverente, tanto en actitud como en la pista".
"Quería aprovecharlo lo más rápido posible y pensé que todo era posible. No había límites en mi mente", recordó Lorenzo en la entrevista concedida a BT Sport, volviendo sobre su brillante debut:" Cuando comencé a correr en MotoGP en 2008 con Michelin, en las primeras tres o cuatro carreras todo salió increíblemente bueno, yo era muy natural en la moto".
"Realmente no tenía límites en mi mente, con mi velocidad y mi talento. Hice la pole al comienzo, y luego en la segunda y tercera carrera hice dos podios y gané la tercera carrera". Y precisamente esa forma de hacer surgió la idea de un Lorenzo desagradable en una parte del público.
"No tenía miedo de nadie y lo dije públicamente. La gente lo veía como una actitud ligeramente arrogante y, sinceramente, podría parecer arrogante. No mitifiqué a nadie ni mitifiqué a Valentino Rossi. Está claro que no lo tomó bien, ni siquiera sus fanáticos y el público en general. No estaban acostumbrados a escuchar este tipo de declaraciones, pero eso fue lo que pensé", reconoció honestamente el actual piloto de pruebas de Yamaha.
Algunas caídas difíciles lo obligaron a revisar la idea de tener una especie de capa de invencibilidad: "Tuve resultados iniciales extraordinarios, pero luego tuve las caídas de China, Le Mans y Mugello que me trajeron de vuelta a la tierra, cambiando un poco mi forma de ver las cosas".
"Quería aprovecharlo lo más rápido posible y pensé que todo era posible. No había límites en mi mente", recordó Lorenzo en la entrevista concedida a BT Sport, volviendo sobre su brillante debut:" Cuando comencé a correr en MotoGP en 2008 con Michelin, en las primeras tres o cuatro carreras todo salió increíblemente bueno, yo era muy natural en la moto".
"Realmente no tenía límites en mi mente, con mi velocidad y mi talento. Hice la pole al comienzo, y luego en la segunda y tercera carrera hice dos podios y gané la tercera carrera". Y precisamente esa forma de hacer surgió la idea de un Lorenzo desagradable en una parte del público.
"No tenía miedo de nadie y lo dije públicamente. La gente lo veía como una actitud ligeramente arrogante y, sinceramente, podría parecer arrogante. No mitifiqué a nadie ni mitifiqué a Valentino Rossi. Está claro que no lo tomó bien, ni siquiera sus fanáticos y el público en general. No estaban acostumbrados a escuchar este tipo de declaraciones, pero eso fue lo que pensé", reconoció honestamente el actual piloto de pruebas de Yamaha.
Algunas caídas difíciles lo obligaron a revisar la idea de tener una especie de capa de invencibilidad: "Tuve resultados iniciales extraordinarios, pero luego tuve las caídas de China, Le Mans y Mugello que me trajeron de vuelta a la tierra, cambiando un poco mi forma de ver las cosas".
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