En vista de la crisis económica que también implicará la Fórmula 1, la reducción en los costos podría generar nuevas sorpresas. Con una declaración emitida en la tarde del martes 31 de marzo, la Federación Internacional tomó nota de la aprobación de los cambios regulatorios de F1 por parte del Consejo Mundial.
Se confirmó el aplazamiento a 2022 de las nuevas reglamentaciones técnicas deportivas del campeonato, con miras a reducir los costos en vista del período comprensiblemente complejo que seguirá a la pandemia de Coronavirus.
El objetivo de FIA y Liberty Media es claramente no perder ninguno de los diez equipos presentes en la parrilla, y evitar la salida de los grandes constructores del Circo.
Para hacer esto, existe la firme intención de adoptar una política rigurosa de contención de costos, que prevea principalmente la congelación de los automóviles actuales durante 18 meses y el probable retraso de un año más de la introducción de los nuevos monoplazas.
Christian Horner reveló este plan en una larga entrevista con la BBC: "Estamos hablando de posponer las nuevas regulaciones para 2023, porque en mi opinión sería totalmente irresponsable impulsar los costos de desarrollo ya en 2021. Parece que hay un razonable acuerdo entre los equipos, por lo tanto, será necesaria la ratificación de la FIA para contener estos costos de desarrollo, y es necesario un retraso para su implementación".
Para el director del equipo Red Bull, el rigor en la contención de costos en esta delicada situación es fundamental: “Ya estamos de acuerdo con el chasis, ahora estamos discutiendo la suspensión delantera, la caja de cambios y otras partes, para alcanzar un 60% para congelar para este y el año que viene. La estabilidad es lo principal que necesitamos ahora. Tener el 60% del chasis idéntico para el próximo año y medio tendrá un efecto importante en la reducción de costos, tanto para un equipo como Williams como para Red Bull".
Se confirmó el aplazamiento a 2022 de las nuevas reglamentaciones técnicas deportivas del campeonato, con miras a reducir los costos en vista del período comprensiblemente complejo que seguirá a la pandemia de Coronavirus.
El objetivo de FIA y Liberty Media es claramente no perder ninguno de los diez equipos presentes en la parrilla, y evitar la salida de los grandes constructores del Circo.
Para hacer esto, existe la firme intención de adoptar una política rigurosa de contención de costos, que prevea principalmente la congelación de los automóviles actuales durante 18 meses y el probable retraso de un año más de la introducción de los nuevos monoplazas.
Christian Horner reveló este plan en una larga entrevista con la BBC: "Estamos hablando de posponer las nuevas regulaciones para 2023, porque en mi opinión sería totalmente irresponsable impulsar los costos de desarrollo ya en 2021. Parece que hay un razonable acuerdo entre los equipos, por lo tanto, será necesaria la ratificación de la FIA para contener estos costos de desarrollo, y es necesario un retraso para su implementación".
Para el director del equipo Red Bull, el rigor en la contención de costos en esta delicada situación es fundamental: “Ya estamos de acuerdo con el chasis, ahora estamos discutiendo la suspensión delantera, la caja de cambios y otras partes, para alcanzar un 60% para congelar para este y el año que viene. La estabilidad es lo principal que necesitamos ahora. Tener el 60% del chasis idéntico para el próximo año y medio tendrá un efecto importante en la reducción de costos, tanto para un equipo como Williams como para Red Bull".
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