Cuando el tercer escalón del podio no es suficiente

Se evitó la vergüenza y el tercer lugar de Vettel facilitó la carrera más difícil de la temporada. En Maranello creen en la posibilidad de ganar en Spa y Monza usando las largas rectas.

Ferrari está perdido. El podio húngaro de Sebastian Vettel dio más de lo que el SF90 mostró en la pista en la última carrera antes de las vacaciones de verano. En Maranello no hay tiempo para respirar porque en el Reparto Corse la Rossa tendrá que decidir qué veremos en Spa y Monza, donde, al menos en el papel, debe rescatar al cavalinho en las dos pistas que mejor se adapten a las características del automóvil.

Mattia Binotto en su visión lúcida de la realidad no ha ocultado los graves déficits de SF90: "No podemos estar satisfechos con el resultado de Hungría que se debe principalmente a la falta de carga aerodinámica máxima, que en este momento nos penaliza y en la carrera se siente aún más que en la calificación. El calor no ayudó y, de hecho, nos hizo sufrir aún más por falta de adherencia".

“Desde una pista en la que sabíamos que estaríamos en problemas, aún trajimos los mismos puntos para el campeonato de Constructores que nuestros perseguidores. Esta semana estaremos ocupados analizando los datos y preparándonos para las dos actualizaciones importantes después del verano".

En Sport Management, por lo tanto, se prefería pasar la página mirando el futuro a corto plazo y no solo: Ferrari necesita una victoria para expulsar una crisis que elimine algunos fantasmas que están quitando la serenidad del equipo. Están aquellos (Autosprint) que están pidiendo la llegada al lado de Binotto de un ayudante con experiencia" y que (Corriere dello Sport) espera que Maranello salga al mercado para obtener algo de excelencia técnica debido al fracaso del equipo autárquico. comisionado por Sergio Marchionne.

En resumen, pedimos una revolución en el Departamento de Carreras sin considerar que Mattia Binotto está rediseñando la Gestión Deportiva en un intento por adaptar el equipo a lo que serán las expectativas de la F1 en 2021.
El ingeniero reggiano tiene una visión clara de las deficiencias de Ferrari desde un punto de vista humano, técnico y administrativo, y necesita tiempo para colocar cada pieza en su lugar.

Si se hubieran aprovechado las oportunidades que se le presentaron durante la temporada 2019, tal vez no habría aumentado la presión después de Budapest, pero sin siquiera una victoria en la bolsa, está claro que el tiempo que Mattia necesita se está volviendo terriblemente corto.

Es por eso que Spa y Monza se convierten en Scilla y Carridi de una Odisea Roja: Ferrari "debe" ganar una de las dos carreras con largas rectas para apoyar la tesis de que SF90, nacido en busca de la máxima eficiencia aerodinámica, es capaz de explotar la potencia del motor y las velocidades máximas, para recoger el botín que el equipo ha desperdiciado debido a la falta de fiabilidad y los errores de los pilotos.

En Hungría se sintió la falta endémica de carga aerodinámica, pero aquellos que esperaban que los ajustes a la suspensión delantera encontrados en Hockenheim fueran realmente el punto de partida para la temporada de manejo de neumáticos rojos, seguían siendo malos.

Hay que decir que el Ferrari en Hungaroring también cedió algunos caballos de fuerza para evitar los problemas de fiabilidad que aparecieron en la calificación en Alemania y si tiene que prescindir de una de las fortalezas del automóvil, está claro que el viaje se vuelve cuesta arriba. En la Q3, pero también en la carrera, las diferencias en la velocidad máxima (y en los tiempos de T1) casi han desaparecido en comparación con el Mercedes equipado con una nueva y potente gasolina, fruto de algún tipo de mezcla química.

Y, tal vez, decidió comenzar con menos combustible de lo habitual en un intento por recuperar algo de rendimiento en la vuelta (10 kg menos valía una décima y media en el ritmo de la carrera), pero el resultado fue que los pilotos tuvieron que recurrir a levantar el pie del acelerador y la guía de inercia (liberación del gas antes de la extracción) para ahorrar combustible, lo que también da la impresión de una unidad de potencia particularmente sedienta.

En resumen, no disparó nada desde el lado derecho, pero los técnicos de Maranello estaban perfectamente conscientes de lo que iban a encontrar: "... las simulaciones previas a la carrera - había revelado un profundo desfiladero antes de la carrera - ¡incluso nos dieron doblaje sin un auto de seguridad!".

Esa desgracia se dio por sentado, pero está claro que la brecha de un minuto pesa mucho más que la satisfacción del podio de Sebastian Vettel: el SF90 marchó a un ritmo de un segundo más lento que Mercedes y Red Bull. En resumen, no las mejores actuaciones del equipo: ¿pueden ser útiles las vacaciones de verano para volver a poner todo en su lugar?.