El equipo oficial de Iwata es el sexto que desvela sus colores de cara a la temporada que está a punto de comenzar y la decoración negra y azul es muy similar a la vista en los últimos años, es decir, desde que Monster Energy pasó a ser patrocinador principal allá por 2019.
La que está a punto de comenzar es una temporada fundamental para el futuro de Yamaha en la categoría reina. El objetivo de volver a ser competitivos y exitosos es demasiado obvio después de un 2023 para olvidar, con solo cuatro podios entre carreras largas y sprints, pero a largo plazo hay al menos un par que deben lograrse a través del rendimiento.
En Japón esperan poder convencer a un equipo satélite para que se una a la marca, dado que hasta la fecha Yamaha es la única que tiene sólo dos motos en la parrilla de MotoGP. Algo que inevitablemente también repercute en los tiempos de desarrollo de la moto, que pueden ser mucho más cortos si tienes al menos cuatro motos.
El director del equipo, Massimo Meregalli, nunca ha ocultado que preferiría el VR46. No sólo por ser un equipo de gran nivel, que con las Ducati ha demostrado que puede triunfar, sino también por el vínculo casi indisoluble con el embajador de la marca Valentino Rossi.
El segundo objetivo es convencer a Fabio Quartararo para que siga en Yamaha incluso después de que expire su contrato, que llegará al final de esta temporada. El campeón del mundo de 2021 ha reiterado varias veces que a estas alturas no se fijará en lo que Iwata puede ofrecerle económicamente, sino que basará su decisión únicamente en la competitividad de la M1.
Y desde este punto de vista hay que decir que Yamaha ha recibido mucha ayuda con la introducción del nuevo sistema de concesiones, que le garantizará mucho más margen para desarrollar la moto. No sólo tendrá más neumáticos disponibles para los test privados, sino que también podrá alinear a sus pilotos titulares durante los mismos, tal como lo hizo durante el Shakedown de los últimos días en Sepang.
Además, no tendrá que congelar su motor en la primera carrera de la temporada, sino que podrá desarrollarlo sobre la marcha, y desde este punto de vista se esperan al menos dos evoluciones a lo largo del año. Pero también desde el punto de vista aerodinámico habrá un comodín extra para aprobar un nuevo paquete, renunciando a uno de los dos anteriores así como la posibilidad de organizar seis comodines con el piloto de pruebas Cal Crutchlow.
El último cambio, pero no menos importante, se refiere a la alineación, ya que junto a Quartararo llega Alex Rins para sustituir a Franco Morbidelli. El asturiano realiza su segundo cambio de marca en dos años porque, tras la salida de Suzuki de escena, la aventura con la Honda LCR no salió como esperaba.
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