Una opción que podría ser dictada por la necesidad de reducir al mínimo el número de personas en el paddock para respetar la distancia social impuesta por el COVID-19, dando así prioridad a los equipos y su personal. Una línea que parece ser seguida también por la Fórmula 1, que está preparando un plan para comenzar nuevamente desde el Gran Premio de Austria el primer fin de semana de julio.
Esto fue revelado a f1-insider.com por Helmut Marko, la mano derecha de Dietrich Mateschitz en Red Bull, propietario de la pista austríaca: "Estamos listos. Liberty insiste en que el número de personas se mantenga lo más bajo posible. Esto significa que solo habrá televisión, no representantes de los medios", dijo Marko.
"Habrá requisitos estrictos, como la distancia mínima, y el uso de máscaras también será obligatorio. Pero al menos finalmente hay buenas razones para ser optimistas", agregó. El gerente austriaco luego explicó cómo avanza la máquina organizativa: "Los preparativos están en marcha. Esto significa que recibiremos del vicecanciller una lista de medidas a respetar para que las personas de F1 puedan ingresar a Austria".
"Al mismo tiempo, también hay una lista de medidas sobre cómo los equipos tendrán que reducir su tamaño, para que lleguen a Austria la menor cantidad posible de personas. Si la situación del Coronavirus no empeora nuevamente, parece posible empezar de nuevo".
"Sería el primer gran evento transmitido por televisión y este sería un gran lugar para Austria, lo que demostraría que había manejado la crisis de Coronavirus con gran eficiencia. Todos esperamos y en este momento las posibilidades de que ocurra son muy altas", concluyó.
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