En la segunda sesión de prueba colectiva programada para el miércoles en la pista catalana, Ferrari traerá un paquete aerodinámico diseñado para Australia.
Es posible que también haya un cambio en la suspensión trasera, aunque los brazos son los mismos. En la segunda prueba de invierno de Barcelona, Ferrari está destinado a cambiar su cara. En la pista de Montmelò, debutará el paquete aerodinámico con el que la Scuderia competirá en la primera carrera del campeonato mundial 2020 en Australia.
No espere cambios drásticos en el SF1000: para ser muy claros, no debemos pensar que puede haber una nariz estrecha, siguiendo el diseño de Mercedes y Red Bull. La Rossa en España traerá dos alas nuevas (delantera y trasera) para aumentar la carga (la delantera que se usó en la prueba 1 fue la misma que la presentación de Reggio Emilia), y mostrará un capó del motor que ya es una evolución de eso mucho cónico con el que condujo Ferrari en los primeros tres días catalanes.
Y de ninguna manera se excluye que haya una intervención en la suspensión trasera, después de la falla que se produjo en el Haas de Kevin Magnussen el viernes, cuando el danés se estrelló en la curva 7 después de un giro debido a la falla de un mecanismo cinemático de carbono.
Dado que las suspensiones del VF-20 son las mismas que las del Ferrari SF1000 y el Alfa Romeo C39, es normal que la oficina técnica de Maranello haya abordado y resuelto el problema para evitar que vuelva a suceder. La Scuderia, por lo tanto, irá y descubrirá cuál es el verdadero potencial del Rossa con estrategias más impulsadas en la vuelta rápida para descubrir cuál es el verdadero valor del SF1000, un monoplaza que hasta ahora ha planteado muchas dudas.
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