Ferrari: un año con la dirección de Binotto, muchos problemas poca recompensa

Hace casi un año, Mattia Binotto sucedió oficialmente a Maurizio Arrivabene al timón de la Scuderia Ferrari.

Como ingeniero con un perfil principalmente técnico, el nuevo director del equipo italiano tuvo que hacerse cargo de la gestión humana y asumir nuevas responsabilidades para él, en última instancia, empujándolo a ajustar gradualmente el organigrama para obtener un mejor apoyo.

"Por supuesto, tuve que asumir la responsabilidad en áreas donde probablemente era menos competente", admite fácilmente en las columnas de la revista oficial Ferrari. "Y si quieres, cuando era director técnico, solo estaba acostumbrado a gastar. Ahora, como director de equipo, tengo que pensar en ahorrar e incluso ganar dinero".

"Por un lado, es cierto que es importante prestar atención a las relaciones interpersonales, pero por otro lado, es una máquina compleja que debe funcionar perfectamente, y especialmente en la Fórmula 1 donde todo debe funcionar. Para ser claros, el problema no es tanto desarrollar una potencia de 1000 caballos, sino llegar antes que los demás.Tener procesos eficientes le permite desarrollarse más rápido".

Su primera temporada al frente del equipo italiano no fue un río largo y tranquilo: una ducha fría en Melbourne en términos de rendimiento, problemas de fiabilidad, errores evitables y arduo manejo de los pilotos, entre otros. La dinámica entre Sebastian Vettel y su nuevo compañero de equipo Charles Leclerc fue uno de los temas principales de la temporada 2019.

La colisión entre los dos hombres en el Gran Premio de Brasil. Sin embargo, detrás de la controversia que esto puede haber despertado, Mattia Binotto insiste una vez más en el estado mental saludable que reina en su equipo: "Estoy muy contento con la forma en que se ha desarrollado el espíritu de equipo", dijo.

"Estamos muy unidos, incluidos los pilotos, a pesar de lo que algunos hayan insinuado. ¿Un ejemplo?. El martes después del accidente que involucró a Seb y Charles en el Gran Premio de Brasil, suena mi teléfono y me veo a mí mismo y muestra sus dos nombres en la pantalla. Se llamaron, se reconciliaron y me llamaron para una conferencia tripartita, un gesto lejos de ser trivial: era prueba de un notable espíritu de cohesión".

"Además, aún con respecto a Brasil, es mejor que ocurra un episodio como este ahora: eso nos ayuda a aclarar las cosas para el próximo año". El otro punto sensible que llegó a parasitar la temporada de Ferrari de 2019 se refiere a las sospechas de trampas del motor. Los rumores eran fuertes, la presión de los medios y las interpretaciones numerosas.

Justo en sus botas, Mattia Binotto reconoce que no esperaba necesariamente tal desafío en este aspecto, admitiendo decepcionado por "el hecho de que en esta Fórmula 1, la confrontación no es solo técnica y deportiva, pero también política". Antes de agregar: "Un frente en el que no podemos bajar la guardia y donde no es suficiente tener un monoplaza competitivo y buenos pilotos. No esperaba que requeriría tanto esfuerzo".