Con una asistencia informada de más de 340,000 durante el fin de semana, el Gran Premio de México del fin de semana pasado fue otro gran éxito para el promotor Alejandro Soberón y su equipo en CIE, la compañía controladora del evento y el principal productor de conciertos y espectáculos en América Latina.
Sin embargo, la última edición fue casi el último gran premio que se celebró en el Autódromo Hermanos Rodríguez tras el cambio de gobierno del año pasado. La administración entrante, encabezada por el político de izquierda y ex alcalde de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador, había decretado que no se asignarían fondos públicos a la carrera después de que expirara el contrato existente, efectivamente después de la carrera del domingo.El evento es, por supuesto, vital para la imagen del país y la ciudad, y, por extensión, sus industrias turísticas y la huella norteamericana de la Fórmula 1. Además, el hermanamiento del evento con Austin permite que tanto los titulares de derechos comerciales como los equipos combinen los costos en dos carreras itinerantes programadas con una semana de diferencia y en una proximidad relativamente cercana a cada una, pero separadas por una frontera dura, lo que a su vez reduce la presión sobre las tarifas de hospedaje.
Los estudios de impacto económico pueden ser notoriamente subjetivos: después de todo, los inversores los encargan para justificar sus actividades. Pero, cualquiera sea la medida, no hay duda de que los beneficios directos del Gran Premio están en la región de los $ 200 millones. No es un mal retorno para un evento con un presupuesto de alrededor de $ 60 millones, según los tipos de cambio actuales.
De acuerdo con fuentes con conocimiento de la situación, más la información impartida por Soberon durante una reunión informativa de prensa el viernes, el último presupuesto se derivó de tres fuentes principales: el apoyo del gobierno (50 por ciento), que efectivamente garantizó las tarifas de alojamiento, con el saldo dividido aproximadamente 25 por evento, cada boleto de ingresos y patrocinio / actividades comerciales.
Sin embargo, el presupuesto también incluyó una provisión para la renovación del circuito de $ 50 millones, sufragados durante el transcurso del contrato de cinco años, por lo que aproximadamente $ 10 millones por año. Tras el decreto presidencial, Soberon y su equipo claramente enfrentaron un gran desafío: ¿cómo extender el contrato y retener la carrera sin el apoyo del estado?.
Es cierto que las instalaciones están a la altura, reduciendo los presupuestos en alrededor de $ 10 millones, pero eso aún dejaría un déficit de $ 20 millones. Del mismo modo, aumentar el patrocinio o los precios de las entradas probablemente los empujaría al límite, particularmente en un país con un ingreso per cápita de $ 10,000.
Afortunadamente, sin embargo, la alcaldesa de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum (quien, curiosamente, fue la receptora conjunta con el ex vicepresidente estadounidense Al Gore del Premio Nobel de la Paz 2007 por sus contribuciones al Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas) estaba igualmente perturbada sobre los efectos de la posible pérdida del evento en la ciudad y, por lo tanto, creó un fondo fiduciario dirigido a comunidades empresariales locales y nacionales, y mexicanos patrióticos.
Los stands están constantemente llenos el día de la carrera de F1. El secreto rodea la identidad de los donantes y si se proporcionan incentivos fiscales, o si los fondos públicos se canalizan hacia el fideicomiso, pero claramente se recaudaron ingresos suficientes para garantizar las tarifas de alojamiento durante tres años.
Se cree que Liberty ha reducido sus tarifas en lugar de arriesgarse a perder una ronda norteamericana, una que es extremadamente popular entre los televidentes, ayuda a distribuir los costos y, particularmente porque se cree que Brasil está en un obsequio después de que Bernie Ecclestone llegó a términos bastante favorables con el Promotor de Interlagos, mientras que los costos de construcción han sido en gran medida sufragados, reduciendo aún más los presupuestos anuales.
La conclusión es que el Gran Premio de México regresará en el calendario 2020 de F1 y otros dos años gracias a la persistencia y las habilidades de promoción del extremadamente impresionante Soberon, quien ha pasado toda su vida profesional en el negocio del entretenimiento, el nous político de Sheinbaum y el patriotismo de los líderes empresariales.
Si bien las actividades promocionales del evento se presentan regularmente como un ejemplo para otros promotores, el modelo de negocio creado para el Gran Premio de México por el CIE también debe ser estudiado por aquellos organizadores del gran premio cuyos eventos están en la lista en peligro de extinción. Como muestra el registro, hay más de unos pocos.
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