O'Ward dejará la academia de Red Bull

Las recientes noticias sobre el reemplazo del mexicano Patricio O’Ward por el joven Juri Vips para la última carrera de la SuperFormula ha provocado reacciones no positivas.

Los fanáticos y expertos, de hecho, se preguntan cuál será el destino de un joven de 18 años que ha renunciado a una carrera segura en IndyCar para perseguir el sueño (¿o la ilusión?) de las grandes competiciones europeas.

Durante más de 15 años, la Red Bull Academy ha sido una gran fuente de talento en el mundo de los motores. Sin embargo, uno se pregunta si los cadetes han tenido éxito gracias al Equipo Junior, o "a pesar" del Equipo Junior.

Si nos centramos en la Fórmula 1, la falta de previsión de Helmut Marko y su personal se horroriza de inmediato. Neto de un éxito indiscutible y proporciones significativas como la de Max Verstappen, avanza a pasos agigantados sobre el campo minado en torno al fenómeno holandés. De los cuatro pilotos actualmente comprometidos entre Red Bull y Toro Rosso, dos son los "retirados", inicialmente expulsados ​​de la Academia (Alex Albon y Daniil Kvyat).

Siempre dos pilotos han sufrido un despido del asiento de mayor prestigio indudablemente traumático (nuevamente Kvyat y, más recientemente, Pierre Gasly). Permaneciendo dentro del paddock, vemos a Daniel Ricciardo sustancialmente "escapado" de una posición de éxito seguro para las costas menos felices de Renault. Carlos Sainz, el piloto en el que la Academia ha invertido la mayor cantidad de recursos desde 2001, ha exportado toda la experiencia adquirida a McLaren.

Los que se vieron obligados a abandonar el paddock encontraron una considerable fortuna en otro lugar. Los "excelentes marginados", Jean-Eric Vergne y Sébastien Buemi totalizan, entre ellos, tres de los cinco títulos mundiales hasta ahora otorgados en la Fórmula E. Ninguno de los dos tiene recuerdos particularmente positivos de su experiencia en la F1. Entonces, ¿cuál es el problema del equipo junior?.

Errores no repetidos. La gran fortaleza de la Red Bull Academy es también lo que, en última instancia, contribuye a aumentar su mala reputación entre los conductores jóvenes. Mientras que las otras académias se limitan a la gestión simultánea de algunos talentos, manteniéndolos bajo su ala durante varios años y permitiéndoles desarrollar una carrera capaz de mostrar su potencial, unos pocos meses en la Red Bull Academy parecen suficientes para determinar "las cosas del campeón".

La consecuencia es una impresionante rotación de jóvenes talentos que se unen al Equipo Junior (con todas las presiones que conlleva). Salir de él no más de un año después. Otra consecuencia de la rotación constante es la búsqueda igualmente constante de asientos para los muy jóvenes. Y aquí es donde Red Bull, por error, miró hacia el Pacífico.

Una percepción discutible de la academia Red Bull. La visión que tiene el equipo austriaco de la serie japonesa más alta es, desafortunadamente, que se deriva de un enfoque "occidental" en el mundo del automovilismo. Cualquier categoría fuera del perímetro europeo debe considerarse una "fórmula menor". Este no es el caso de la Súper Fórmula, una categoría de nivel ciertamente superior a la Fórmula 3 europea y, a menudo, también a la Fórmula 2.

Los comentarios positivos obtenidos en 2017 con Pierre Gasly son un buen augurio para Red Bull, quien repitió el experimento con Dan Ticktum, Pato O'Ward y, ahora, Juri Vips. La diferencia, sin embargo, está en las carreras de estos jóvenes. Gasly hizo su debut en Super Formula como campeón de GP2, con una gran experiencia detrás de él y, de hecho, simplemente esperando la F1. Ticktum (disparado correctamente, pero no sin contrapartes), O’Ward y Vips han tenido y tendrán, por lo tanto, la única oportunidad de demostrar su valía en una cuadrícula que probablemente esté fuera de su alcance.

La salida de O’Ward a la órbita de Red Bull ahora es casi segura, después de unos meses de estadía. Las esperanzas de competir en la Fórmula 1 se ven borrosas con las ilusiones, desilusiones y sugerencias de Helmut Marko, pero IndyCar podría estar listo para recibir nuevamente al prometedor mexicano. Y tal vez sea lo mejor para él.