La lucha sin fin de Haas con los Pirelli

Después del Gran Premio de Rusia, pensaron que Haas tiene las llantas lentamente bajo control. Pero en Suzuka, los pilotos estaban luchando contra los viejos problemas. También hubo mal olor interno debido a la estrategia.

Haas ya está en guerra durante todo el año con los neumáticos Pirelli. Las actuaciones clasificatorias ordinarias se compensan regularmente con actuaciones débiles en la carrera. Fue aún más sorprendente para todos los involucrados, qué tan bien Kevin Magnussen el domingo en Sochi y podría ganar al final de dos puntos del campeonato.

El equipo lentamente comenzó a esperar que el problema de las llantas aún pudiera resolverse. Pero luego hubo una recaída en los viejos tiempos en Suzuka. Grosjean y Magnussen aterrizaron sin posibilidad de puntos en los cuadros 15 y 17. Fue suficiente para que Grosjean en la calificación aún calificara para la Q3.

"Siempre es lo mismo. Simplemente no tenemos suficiente carga aerodinámica", lamentó el gerente del equipo, Guenther Steiner: "Tan pronto como se levantan las rondas y se encuadran las banderas azules, la temperatura de los neumáticos baja. Y luego ya no los llevamos a la ventana de trabajo. Estás 10 grados abajo y estás muerto con esos neumáticos".

No puden explicar exactamente por qué funcionó tan bien dos semanas antes en Rusia: "En Rusia, de alguna manera logramos mantener los neumáticos en la ventana. Eso puede haber tenido muchas razones: el tipo de curvas, el asfalto o los compuestos de caucho. A veces las condiciones en una pista son las correctas".

La razón principal de la miseria es el pobre desarrollo durante la temporada y el déficit de producción resultante. Las partes de actualización no siempre trajeron el éxito deseado, que los ingenieros no reconocieron de inmediato: "No quiero dar ejemplos específicos, pero deberíamos haber escuchado un poco más las opiniones de los conductores y no solo los números", dice Steiner con autocrítica.

El hombre de 54 años espera que su equipo aprenda las lecciones de la miseria: "Necesitamos alinear las declaraciones de los conductores con los números para comprender mejor el automóvil. Entonces podemos evolucionar. Después de Barcelona deberíamos haber hecho algo diferente. Ahora necesitamos una mejor comprensión para que no volvamos a esta situación el próximo año".

En Suzuka, los ingenieros del equipo de EE. UU experimentaron nuevamente con diferentes configuraciones aerodinámicas para llevar el automóvil con los neumáticos para armonizar. Al final, el paquete consistió en una mezcla de elementos nuevos y antiguos. Ambos autos condujeron en idénticas especificaciones. Pero los esfuerzos de los técnicos no tuvieron éxito.

El hecho de que la tercera sesión de entrenamiento fue cancelada debido al tifón ciertamente no ayudó a prepararse para la carrera. Las circunstancias especiales no son una excusa. Nadie en el equipo cree que todavía hay una cura milagrosa en las últimas cuatro carreras: "A veces las cosas mejoran un poco, entonces nada funciona", explica Steiner con seriedad: "Suzuka ni siquiera fue el peor fin de semana que tuvimos. Fue bastante normal. Somos muy lentos. Solo tienes que admitir eso".

Además del ritmo débil, Steiner también tuvo que soportar preguntas incómodas sobre la estrategia. Kevin Magnussen se había quejado en la televisión danesa de que su compañero de equipo Grosjean tuvo la parada previa, a pesar de que el francés estaba detrás de Magnussen en ese momento. Se sintió injustamente en desventaja.

Steiner trató de calmar su mente: "Ambos queríamos conseguir pilotos frente a los Alfa Romeo. Después de nuestro cálculo, eso hubiera funcionado si primero parábamos a Romain y luego a Kevin. Pero luego hubo un pequeño problema con la parada en boxes de Kevin. Hubo el cambio de neumático trasero izquierdo con un retraso. Por eso salió detrás de los Alfa".

Pero Steiner no ve mucho en el asunto: "Tenemos que correr mayores riesgos en la situación actual. Esto no siempre funciona. Y en retrospectiva, por supuesto, siempre eres más inteligente. Al final, no habría hecho la diferencia. Nuestro ritmo no fue lo suficientemente bueno".

El jefe del equipo no cree que el estado de ánimo esté permanentemente perturbado: "Entiendo que Kevin está enojado. Pero no hubo malas intenciones por parte del equipo. Los muchachos no cometieron el error a propósito. En la calificación, Kevin arrojó el auto contra la pared. Nosotros no lo creemos así. Simplemente sucede. El es parte del equipo. Y siempre tenemos que trabajar juntos como un equipo si queremos romper algo aquí".