Los dos Alfa Romeos que terminaron el Gran Premio de Alemania en séptimo y octavo lugar, respectivamente con Kimi Raikkonen y Antonio Giovinazzi, ambos fueron penalizados con treinta segundos en el tiempo total de la carrera, por lo que retrocedieron a la duodécima y decimotercera posición y se promocionaron en la zona puntos Lewis Hamilton (noveno) y Robert Kubica (décimo).
El motivo de la penalización se refiere al artículo 27.1 del reglamento deportivo: "El conductor debe conducir el monoplaza sin ayuda externa". El embrague se controla electrónicamente a través de la unidad de control de la ICU, y los equipos tienen la capacidad de optimizar algunos de los parámetros de control. Para evitar que los equipos utilicen estos parámetros para influir en cómo se engancha el embrague al comienzo de la carrera (potencialmente control de tracción), la FIA requiere que el par en el embrague coincida con los valores predeterminados.En el caso de los dos autos Alfa Romeo, el tiempo que tomó alinearse con la demanda de torque fue de cerca de 200 milisegundos y 300 milisegundos, respectivamente, en comparación con los 70 impuestos por la regulación.
Esto proporcionó una aplicación más gradual del par, y en condiciones de pista húmeda, es una ventaja potencial.
Independientemente de si había o no una ventaja real, el Comisario estableció que se trataba de una clara violación del reglamento técnico, sancionando una penalización equivalente a una pausa y marcha de diez segundos, que se convierten en treinta en la clasificación final.
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