El campeón italiano vive su peor momento mientras Márquez roza otra corona
Francesco Bagnaia atraviesa la etapa más oscura de su carrera en MotoGP. Lo vivido en Misano, donde no sumó puntos frente a su gente, confirmó que la caída libre del bicampeón con Ducati ya no tiene explicación técnica: el problema está en su confianza y en su cabeza.
En el mismo box, Marc Márquez celebra su undécima victoria de la temporada y acaricia su séptimo título mundial. Dos realidades opuestas que ponen de manifiesto un contraste brutal: mientras uno cabalga hacia la gloria, el otro se hunde en dudas.
La paciencia se agota
En Misano, Bagnaia clasificó octavo, terminó 13º en la sprint y cayó el domingo en la carrera. Tras el golpe, se refugió en el box durante horas y apenas habló con la prensa. Incluso Casey Stoner, leyenda de Ducati, intentó levantarlo con consejos.
Pero la frase que más retumba es la de Gigi Dall’Igna, ingeniero jefe de la marca:
> “La paciencia de Pecco se acabó, y la nuestra también”.
Los números son contundentes: desde Sachsenring, Bagnaia solo ha sumado 40 puntos en cinco carreras. En ese mismo período, Márquez consiguió 168, Bezzecchi 99, Acosta 89 y Álex Márquez 69. Hoy, Pecco arriesga perder no solo el tercer puesto del campeonato, sino también su condición de referente dentro de Ducati.
Ducati lo protege… pero ya no más
La fábrica italiana ha insistido públicamente en que lo respalda, aunque internamente reconocen que no hay fallos en la moto. El GP24, GP25 o GP26 no son el problema. Todo apunta a la falta de confianza del piloto, que además ha descartado trabajar con un psicólogo deportivo.
En los test del lunes, Bagnaia mejoró un segundo respecto al domingo y terminó sexto, incluso por delante de Márquez. Con Stoner a su lado, se vio un respiro, pero también la evidencia de que Ducati ha agotado sus herramientas y busca apoyo externo para rescatarlo.
Futuro en duda
El mercado de pilotos de 2026 está al rojo vivo. Ducati prioriza renovar a Márquez, y el lugar de Bagnaia depende de una recuperación rápida. De lo contrario, corre el riesgo de quedarse sin su asiento en el equipo de fábrica.
Bagnaia, el bicampeón que hizo historia con 30 victorias y 58 podios para Ducati, necesita reencontrarse con urgencia. Y esta vez, el desafío no está en el motor… sino en su propia mente.
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👉 ¿Qué opinás? ¿Estamos frente al inicio del final de la era Bagnaia en Ducati o todavía puede renacer como el campeón que fue?
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