Verstappen y el laberinto sin salida: “Nada da una dirección clara”


Cuando Max Verstappen empieza a sonar inseguro, es porque algo no huele bien en Red Bull. Y en Baréin, lo que se olía era más a goma quemada de más que a champán de podio. El tricampeón mundial largará desde la séptima posición este domingo, su peor clasificación desde Brasil 2024. Pero lo más preocupante no es el lugar en la parrilla… sino el tono con el que habló tras la quali.


> “Todo el fin de semana ha sido difícil. Estamos luchando con la sensación de frenado y la potencia para detener el coche. El agarre es muy bajo. Y nada nos da una dirección clara, eso demuestra que hay más problemas de fondo”, soltó Max a Sky Sports, con una cara que decía más que mil telemetrías.


¿Red Bull perdió el norte?

El equipo que dominó a placer la primera mitad de 2024 ahora parece haber caído en un limbo técnico. Desde mediados de la temporada pasada, McLaren y Ferrari han sido los que marcan el ritmo. Verstappen solo ganó 2 de las últimas 14 carreras del año pasado, y aunque en Suzuka volvió a dar una clase magistral, los fantasmas siguen ahí.


Y mientras tanto, Lando Norris, su principal rival por el título, tampoco tuvo su mejor día y saldrá desde la sexta posición. Un pequeño consuelo para Red Bull, pero insuficiente si los problemas de balance, frenos y agarre persisten.


¿Qué esperar el domingo?

La respuesta de Max fue sincera y sin maquillaje:


“No tengo idea de dónde estaremos en ritmo de carrera. Estamos en medio del pelotón. Trataré de sumar la mayor cantidad de puntos posible, como siempre.”


La buena noticia: todavía hay campeonato.

La mala: McLaren huele sangre, y Mercedes con Russell empieza a asomar como amenaza seria.

La peor: Red Bull no parece saber por dónde empezar a solucionar el lío.


¿Será este el año en que Verstappen tenga que pelear más con el coche que con sus rivales? El domingo tendremos algunas respuestas. Pero por ahora, el campeón va a ciegas… y eso nunca es buena señal.


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