Durante el Gran Premio de las Américas, el ambiente en el box de Pramac estuvo más caliente que el asfalto texano. La atención se centró en un nombre que no deja de sonar en el mercado de fichajes: Pedro Acosta.
El joven prodigio español sigue alimentando especulaciones sobre su futuro, y más aún teniendo en cuenta que Jack Miller, actual piloto de la satélite de Yamaha, solo tiene contrato hasta finales de esta temporada.
Pero ahí no termina la novela: también se menciona un posible salto a Honda en 2026, donde Luca Marini podría estar viviendo sus últimos meses como piloto oficial del ala dorada, ya que su contrato también está por vencer.
En paralelo, el mítico Valentino Rossi se muestra con los pies en la tierra pero con una sonrisa que no puede ocultar. Y es que su equipo, el VR46 Racing Team, está encendido. Franco Morbidelli se subió al podio en Argentina y Fabio Di Giannantonio repitió la hazaña en el Circuito de las Américas. Rossi no dudó en elogiar el gran momento de sus pilotos y la competitividad de las motos: rápidas, agresivas, listas para dar batalla.
“Queremos pelear por el podio con los dos durante toda la temporada”, declaró il Dottore, dejando claro que en su garaje, el talento y las ganas de brillar están a la orden del día.
¿Y Acosta?
Mientras unos celebran y otros renuevan esperanzas, el Tiburón de Mazarrón sigue moviendo las aguas del paddock. Su talento no solo genera puntos en la pista, también sacude negociaciones, contratos y estrategias. ¿Pramac, Yamaha, Honda… o algo inesperado? La única certeza es que nadie quiere perderse el show.
Porque cuando Acosta está en el radar, todo el mundo en MotoGP sabe que el próximo gran movimiento… está a punto de ocurrir.
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