¡Quartararo se prende fuego en Qatar!
Yamaha se mete en la pelea y Fabio lo da todo: “Tengo que lanzarlo todo”
El desierto de Qatar ardió este sábado con un Fabio Quartararo encendido, que no solo volvió a una primera fila de largada desde 2022, sino que plantó cara a un enjambre de Ducatis en la Sprint. En un sábado donde todo apuntaba a rojo, el francés sacó las garras con una vuelta digna de enmarcar, metiéndose como el único no-Ducati en el top 5.
“¡Fue increíble!”, declaró Fabio con la sonrisa de quien sabe que está volviendo al baile. Cero errores, máxima precisión y una Monster Yamaha que por fin parece responderle. La clasificación fue un aviso, y la Sprint, una batalla campal en la que luchó con Morbidelli y Aldeguer por el podio hasta el final.
Aunque se quedó a las puertas —con un sustazo en la última curva que casi termina en el suelo—, Quartararo salió del sábado con la moral por las nubes: “Perdí la parte delantera tres veces en la última vuelta porque realmente quería el podio… pero aprendí muchísimo hoy”, confesó. Y lo que es mejor: terminó 12 segundos más rápido que el año pasado.
Alex Rins, por su parte, tuvo que remar desde atrás tras un mal arranque, aunque rescató un 12º puesto tras apostar por una goma trasera blanda. Para mañana, cambio de estrategia: “Vamos con la media”, avisó.
Yamaha no está de vuelta del todo, pero ya no se queda sentada viendo pasar las balas. Quartararo quiere guerra, y en Qatar, al menos por hoy, se la está dando.
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El desierto de Qatar ardió este sábado con un Fabio Quartararo encendido, que no solo volvió a una primera fila de largada desde 2022, sino que plantó cara a un enjambre de Ducatis en la Sprint. En un sábado donde todo apuntaba a rojo, el francés sacó las garras con una vuelta digna de enmarcar, metiéndose como el único no-Ducati en el top 5.
“¡Fue increíble!”, declaró Fabio con la sonrisa de quien sabe que está volviendo al baile. Cero errores, máxima precisión y una Monster Yamaha que por fin parece responderle. La clasificación fue un aviso, y la Sprint, una batalla campal en la que luchó con Morbidelli y Aldeguer por el podio hasta el final.
Aunque se quedó a las puertas —con un sustazo en la última curva que casi termina en el suelo—, Quartararo salió del sábado con la moral por las nubes: “Perdí la parte delantera tres veces en la última vuelta porque realmente quería el podio… pero aprendí muchísimo hoy”, confesó. Y lo que es mejor: terminó 12 segundos más rápido que el año pasado.
Alex Rins, por su parte, tuvo que remar desde atrás tras un mal arranque, aunque rescató un 12º puesto tras apostar por una goma trasera blanda. Para mañana, cambio de estrategia: “Vamos con la media”, avisó.
Yamaha no está de vuelta del todo, pero ya no se queda sentada viendo pasar las balas. Quartararo quiere guerra, y en Qatar, al menos por hoy, se la está dando.
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