El británico cierra un fin de semana complicado en Baréin con un inesperado podio, a pesar de su falta total de confianza en el coche.
Lando Norris se lleva un inesperado tercer lugar del Gran Premio de Baréin, poniendo un cierre un tanto redentor a un fin de semana que, por momentos, parecía perdido. Mientras su compañero Oscar Piastri se robaba todos los focos con una victoria dominante, el británico luchaba contra un enemigo invisible: su propia incomodidad con el MCL39.
"Estoy sorprendido de estar logrando algo con lo que siento en el coche", confesó Norris a Sky Sports tras la carrera. “No estoy cómodo, no estoy feliz, no me siento bien. Haber conseguido estos resultados [una victoria en Melbourne y tres podios esta temporada] me sorprende bastante, porque algo claramente no está funcionando”.
Desde la semana pasada, Norris repite que el monoplaza no se adapta a su estilo de conducción. En Baréin, eso quedó al desnudo. Mientras Piastri se alzaba con la pole position, Norris apenas lograba una sexta plaza en clasificación. “No es que me falte velocidad. Estoy convencido de que la tengo, pero por alguna razón, no la puedo mostrar ni manejar como quiero. Es complicado”, reconoció.
Penalización y redención
Saliendo desde la sexta posición, Norris tuvo un gran arranque, ganando tres lugares en las primeras curvas. Pero no todo fue celebración: recibió una penalización de cinco segundos por mala posición en la parrilla. Aun así, logró colarse entre el pelotón y asegurar el podio. “Pagué el precio de ese error”, dijo con sinceridad. “Son errores que no debería cometer”.
El sábado, en declaraciones para F1TV, Norris no escondió su frustración tras las clasificatorias: “He sido lento todo el fin de semana, para ser honesto. Me sentí como si nunca hubiese pilotado un Fórmula 1. Fue raro, muy raro”.
¿Y ahora qué?
A pesar de sus sensaciones negativas, Lando sigue liderando el campeonato de pilotos. Y sí, aunque su ventaja ahora es de apenas tres puntos sobre su compañero Piastri (que subió como un rayo en la tabla), sigue arriba. Y eso, en medio del caos, no es poca cosa.
¿Puede Norris encontrar el equilibrio que necesita en su McLaren? ¿O Piastri seguirá presionando para tomar la cima? La batalla apenas comienza.
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