¡El Rey ha vuelto! Marc Márquez, con su implacable Ducati oficial, se llevó la victoria en la sprint del Gran Premio de Qatar y recuperó el liderato del Mundial. En una carrera donde la inteligencia y el temple fueron clave, el ocho veces campeón del mundo demostró que sigue siendo el mismo tiburón... solo que ahora nada en un mar rojo.
Desde la pole, Marc no dio margen a dudas. Aunque su hermano Alex Marquez lo intentó colarse en la curva 1 al inicio de la segunda vuelta, el mayor de los Márquez respondió con autoridad, retomó el control y no soltó el liderato en ningún momento. ¡Ni los espejos retrovisores lo vieron!
Marc cruzó la meta con más de 1.5 segundos de ventaja sobre Alex, quien mantiene su racha de podios como segundo en cada sprint del año. El tercer cajón fue para un Franco Morbidelli renacido, que le ganó la partida a un Fabio Quartararo con hambre, pero sin tracción (literal y figuradamente).
Pero si hablamos de caídas —metafóricas, esta vez—, la de Pecco Bagnaia fue de campeonato. Tras un error en la Q2 que lo dejó 11º en la parrilla, su rendimiento fue plano como la pista de Lusail. Pecco apenas logró rascar un octavo puesto, y se queda ahora a 21 puntos de Marc en la clasificación general. Ojo: la temporada es larga, pero los fantasmas ya empezaron a rondar el box del bicampeón.
Otros destacados:
El joven Fermin Aldeguer dejó en claro que viene por todo, metiéndose en el top 5.
Fabio Di Giannantonio y Ai Ogura firmaron buenas actuaciones, mientras que Bezzecchi salvó un punto.
KTM apostó por neumáticos blandos... y la estrategia se desinfló como globo en cumpleaños.
Jorge Martín volvió tras su lesión, pero aún sin ritmo: 16º.
Zarco abandonó con problemas de neumático, y Joan Mir ni siquiera pudo largar por enfermedad.
Así queda el podio de la sprint:
1. Marc Márquez
2. Alex Márquez
3. Franco Morbidelli
La sprint de Qatar fue un golpe sobre la mesa de un Marc que parece tener hambre de más. ¿Podrá repetir el domingo en la carrera larga? ¿Bagnaia reaccionará o seguirá deslizándose hacia el fondo?
Lo sabremos muy pronto. Pero por ahora, el rugido que se escuchó en el desierto vino de un #93... y no hay quien lo calle.
Comentarios
Publicar un comentario