Después de dos meses fuera de juego y sin haber probado su nueva moto ni un solo día en pista, Jorge Martín reaparece este fin de semana en el GP de Qatar. Y no, no es el guion de una película de acción... aunque podría serlo. ¡Spoiler! Hay drama, tensión y hasta un voto negativo de Honda.
"No me dejaron hacer un test, pero lo entiendo... más o menos"
Sí, lo ideal habría sido subirse a la Aprilia en una jornada de pruebas antes de tirarse al barro del campeonato. Pero cuando Aprilia planteó la idea, la MSMA (esa especie de Parlamento del paddock) dijo que nanay. ¿Quién dio el portazo final? Honda, que no quiere perder ni un empujón de ventaja.
Martín fue claro: "Es una buena idea para el futuro, no venir en frío a una carrera. Pero entiendo que no me lo permitieran. No se le da un test así a un rival en plena temporada."
Un regreso entre algodones (y vendajes)
Volver a correr sin estar al 100% físicamente es como intentar bailar tango con un esguince. Martín lo sabe: "No sé ni siquiera si seré capaz de terminar el fin de semana, conseguirlo sería un éxito enorme".
No se pone metas de locura. Solo quiere subirse, rodar, y empezar a entender una moto que, según él, es otra completamente distinta a la que probó en pretemporada (esa que nunca llegó a correr).
¿Y la Aprilia? ¿Es un cohete o un rompecabezas?
Desde casa, con dolor y ansiedad, Jorge vio cómo Ducati seguía dominando. Pero también observó algo que lo entusiasma: "Aprilia dio un gran paso desde el año pasado. Está más cerca de Ducati y creo que el potencial es muy alto."
Este finde arranca con una base similar a la de Bezzecchi y desde ahí, a construir. Paso a paso, vuelta a vuelta, como buen albañil del asfalto.
Conclusión: volver duele, pero quedarse fuera, más
Martín tiene claro que el camino será largo, duro y probablemente más doloroso que el hombro cuando cambia de marcha. Pero está de vuelta, y en MotoGP eso es lo que importa. La garra sigue intacta.
Ahora queda esperar. Qatar será su reencuentro con la moto, con el cuerpo a medio recuperar y con un campeonato que no perdona. Pero si alguien puede, es el campeón.
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