¿Está Red Bull perdiendo a Verstappen? Bahrain desata las alarmas


Un desastre en pista, dudas en el box y un futuro incierto: el GP de Bahréin dejó heridas profundas en Red Bull y en la relación con su piloto estrella. ¿Es este el comienzo del fin para Max Verstappen en el equipo de las bebidas energéticas?


Por Speed and Racing | 14 de abril de 2025


Max Verstappen vivió en Bahréin una pesadilla con todo incluido: coche lento, estrategia fallida, errores en boxes y un resultado que huele a crisis. Acabó sexto, y eso que hasta el último momento luchaba por colarse en el top 5. El tricampeón está frustrado, y no lo esconde.

“No me esperaba una carrera así. Todo lo que podía salir mal, salió mal”, declaró Verstappen tras bajarse del RB21.


La máquina de Red Bull no solo no estuvo a la altura: fue directamente un obstáculo. Problemas con el ritmo, desgaste extremo de neumáticos y dos paradas en boxes tan lentas como innecesarias. El neerlandés ya no ve con claridad si este equipo aún tiene lo que se necesita para ser campeón del mundo.


Helmut Marko admite la crisis


Helmut Marko, asesor deportivo de Red Bull y eterno portavoz sin filtro, no se anduvo con rodeos:


“Con este rendimiento, no hay Mundial posible”, dijo en Sky.

“Si no mejoramos, el contrato de Max hasta 2028 va a valer menos que el papel en el que está escrito.”


El mensaje está claro: si no hay progreso inmediato, Verstappen podría hacer las maletas antes de lo esperado.


Ralf Schumacher sentencia: “El pescado está vendido”


El expiloto y ahora comentarista, Ralf Schumacher, lo ve aún más claro:


 “El pescado está relativamente vendido. Si no aparece un coche competitivo en Imola, Verstappen se va.”


Y tiene sentido. Max quiere pelear por victorias, y con este coche, apenas puede pelear con Alpine o Haas. De hecho, en Bahréin le costó sudor y lágrimas adelantar a Ocon y Gasly. Red Bull promete mejoras para el GP de Imola, pero las dudas siguen pesando más que las esperanzas.


Crisis interna y autocrítica


Tan seria fue la situación que hubo reunión de emergencia tras la carrera. Participaron Marko, Christian Horner, el jefe técnico Pierre Wache y el ingeniero jefe Paul Monaghan. La conclusión: hay talento, sí, pero falta enfoque, organización y, sobre todo, resultados.


“Tenemos que ser honestos. Sabemos que el coche no es competitivo. Pero ¿dónde está el fallo?”, se preguntó Marko.

Por ahora, Red Bull se considera el cuarto equipo de la parrilla, detrás de McLaren, Ferrari y Mercedes. Para un piloto del calibre de Max, eso es inaceptable.


Verstappen: calmo por fuera, inquieto por dentro


Max se mantiene sereno, al menos de cara al público:


“Mentalmente estoy bien. Sé que tenemos problemas, y aunque ganemos una carrera, esos no desaparecen. Hay que seguir trabajando.”


Asegura que sacó lo mejor que se podía con lo que tenía. Pero también dejó caer que han probado todo con el coche... y nada funciona a corto plazo.


¿Se puede arreglar? Tal vez…


Una de las claves podría estar en los entrenamientos del viernes. Según Marko, Red Bull ha gestionado mal la puesta a punto en esos días, lo que afecta todo el fin de semana. También sugiere que podrían necesitar más realismo y menos suposiciones en el setup y los datos del motor.


Pero lo más importante es resolver los problemas estructurales que arrastran desde hace casi un año. Y el reloj corre.


¿Y ahora qué?


Todo apunta a que Imola será un punto de inflexión. ¿Tendrá Red Bull una bala de plata lista? ¿O Max empezará a mirar hacia Ferrari, Mercedes o incluso Aston Martin? Una cosa es segura: el divorcio ya no parece tan imposible.


Sigue conectado a Speed and Racing para más noticias candentes de F1. ¡La temporada apenas comienza y ya está al rojo vivo!


Comentarios