Al holandés le gustan los desafíos y Red Bull, incluso como actual campeón, le planteó uno muy grande, porque el equipo de Milton Keynes no fue conservador, sino que optó por un paso adelante agresivo en comparación con el concepto del año pasado.
El holandés, en cualquier caso, no quiere comparaciones con 2023, una temporada que cree irrepetible: “Este tipo de cosas son muy difíciles de superar, creo. Y también creo que ese no es nuestro objetivo. Creo que el objetivo es simplemente intentar ofrecer otro coche muy competitivo y, por mi parte, obviamente, intentaré hacerlo lo mejor que pueda. Pero esto depende de muchas cosas que tienen que confluir, así que creo que sólo el tiempo nos dirá qué tan rápidos seremos”, comentó el holandés.“A nuestro alrededor, otros están aprendiendo cada vez más. No significa que siempre dependa de nosotros lo satisfactoria que será la temporada, porque si hay una competencia más natural con diferentes equipos es aún más difícil ganar carreras".
Max comentó sobre el día de rodaje del martes en Silverstone: “La pista estaba resbaladiza, mojada y fría: todo salió bien, pero es sólo un día de rodaje. El coche arrancó bien. El martes sólo era cuestión de asegurarse de que, una vez en pista, el coche funcionaba, porque de ahí en adelante sería enviado a Bahréin. Y aquí es donde empiezas a conocer mejor el coche, desarrollar un programa real y hacer diferentes tipos de pruebas”.
“Todo el mundo vuelve a estar muy motivado. Por supuesto, todos estamos muy orgullosos de los resultados obtenidos el año pasado y los anteriores, pero también estamos muy orgullosos de este coche, en términos de desarrollo. No podemos esperar a empezar la temporada y esperamos empezar a luchar por victorias de nuevo".
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