Mercedes ha devuelto el color plateado a toda la parte delantera del coche, con toques de verde y rojo en la decoración que acompañan al negro. Un conjunto de colores que se suma principalmente al trabajo centrado en la creación del coche, diseñado con el único objetivo de devolver a la compañía angloalemana a lo más alto tras dos años de dificultades y unos resultados globales por debajo de las expectativas.
Un proyecto que ya comenzó la temporada anterior, como indicó el director técnico de Mercedes , James Allison: “El diseño de cualquier coche es un proceso iterativo y largo", explicó el ingeniero británico. "Comienza desde el año pasado. Un coche nuevo permite al equipo realizar cambios más importantes que no son posibles durante la temporada. Son decisiones que se toman durante el verano anterior”.
Cuidadosos análisis sobre el anterior W14 que llevaron al equipo técnico de Mercedes a implementar cambios para evitar los problemas sufridos el último campeonato: “Se prestó gran atención a mejorar el eje trasero impredecible del coche anterior, trabajamos duro para garantizar que ambos ejes, especialmente el trasero, mantienen un mejor control del neumático que el W14".
"También hicimos algunos ajustes en áreas donde teníamos margen de mejora, incluido el efecto del DRS y el rendimiento en boxes. Creemos que hemos tenido un buen invierno, pero la F1 es un juego relativo y sólo el tiempo dirá cuánto hemos logrado. Estamos centrados en sacar el máximo provecho del coche que hemos lanzado, pero estamos entusiasmados con el desarrollo que seguirá, porque las regulaciones aún son jóvenes y abundan las oportunidades".
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