El entusiasmo de Yamaha por la llegada de Max Bartolini es proporcional al enfado de Ducati por el tema. En Borgo Panigale son conscientes del vacío que deja el italiano en el departamento de carreras, así como del impulso que podría aportar al fabricante japonés.
La salida de este ingeniero de su círculo íntimo fue especialmente dolorosa para Gigi Dall'Igna, que lo considera tanto la pérdida de su brazo derecho como la de un amigo."Max trabajó conmigo durante muchos años y era una persona clave en Ducati Corse. Con su experiencia y conocimiento de nuestra moto, puede aportar mucho a Yamaha", dijo el director italiano en una entrevista para Motorsport.com.
"Su salida me molestó enormemente. Tanto por su perfil técnico como por quién es como persona". A pesar de su decepción, Gigi Dall'Igna es consciente de la oportunidad que representaba la oferta de Yamaha para Max Bartolini, hasta el punto de que comprende perfectamente por qué podría haber aceptado.
"Max ha alcanzado un hito importante en su carrera, así que entiendo la naturaleza de su decisión y no puedo decir nada al respecto. Reconozco que era imposible para él rechazar una oferta como la que recibió. Es parte de el juego y hay que aceptarlo”, reconoce.
Si Dall'Igna lamenta que el mercado de fichajes de técnicos le haya privado de un hombre clave en su entorno, Yamaha, por el contrario, está encantada de haber dado este gran golpe. El nombramiento de Max Bartolini, que se produce poco después del de Marco Nicotra, aerodinámico también robado a Ducati, responde a las exigencias de Fabio Quartararo.
Desde hace meses, incluso años, el francés pide un cambio en la forma de operar del equipo Iwata.
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