Según reveló Motorsport.com, la carrocería del 676 habría superado todas las pruebas de choque, por lo que el nuevo chasis destinado al monoplaza de 2024 ya estaría homologado por la FIA.
La noticia salió a la luz cuando la Dirección Deportiva reabrió sus puertas tras el cierre impuesto a los equipos de Fórmula 1 por la Federación Internacional desde el 22 de diciembre, porque en realidad la prueba frontal se superó brillantemente antes de Navidad.
Los ingenieros dirigidos por Enrico Cardile pudieron celebrar haber alcanzado el objetivo según los planos previstos, mientras que el RB20 de Adrian Newey, para probar un morro más extremo, habría sufrido daños en el chasis número 1 que repercutirán en el trabajo de deliberación del nuevo coche que debe nacer con el peso mínimo, tras un importante tratamiento para hacerlo más liviano.
A diferencia de Red Bull, que realiza pruebas de choque dinámicas en Cranfield, Ferrari recurre al CSI de Bollate, el centro de certificación del Grupo IMQ situado en la zona de Milán.
El chasis de nuevo diseñado por Fabio Montecchi es decididamente diferente al del F1-23 y parece ser ligeramente más largo detrás de los hombros del conductor para cumplir con las nuevas normas de homologación del arco antivuelco.
La FIA había decidido aumentar las cargas de prueba estáticas tras el accidente de Guanyu Zhou en el GP de Gran Bretaña de 2022. Nikolas Tombazis, director técnico de monoplazas del organismo rector, había dado tiempo a los equipos para adaptar las carrocerías a partir de 2024.
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