Cuando comenzaron a circular rumores de que Márquez podría dejar Honda de cara a 2024 para subirse a una Desmosedici GP, Dall'Igna guardó silencio para dejar hablar a sus compañeros, que siempre dieron a entender que Ducati consideraba un problema la hipotética llegada del múltiple campeón.
Sólo más tarde, cuando estaba casi firmada la contratación de Márquez por parte de Gresini, el ingeniero se vio obligado a verbalizar la inyección de orgullo que significaba para él que un piloto del calibre de Marc renunciara a la estabilidad de Honda para tener una Ducati, que también tendría sido el modelo del año anterior.
La operación deja claro que el fabricante boloñés dio prioridad a la contratación del piloto de Cervera por encima de los problemas que ello podría haber ocasionado al resto de su equipo.
"Honestamente, no veo por qué Marc debería ser un problema para Ducati: ¿es quizás contraproducente si un campeón quiere correr con tu moto? Buscamos pilotos competitivos que quieran montar nuestra moto, ese es nuestro objetivo", añadió el célebre técnico.
En 2024 intentará repetir el gran éxito que Ducati logró en 2023, ganando la corona de pilotos con Pecco Bagnaia y la corona de constructores, batiendo también todos los récords establecidos anteriormente, incluido el de victorias en un año.
La máxima ya establecida de que las marcas preferirían perder un título antes que ganarlo con el prototipo del año anterior parece haber caducado, al menos en el caso de Ducati, según las palabras de su director general. "Si Marc gana el próximo campeonato será porque fue el mejor y porque se lo merecía. La ecuación es muy sencilla. No veo cómo podría dañar la imagen de Ducati". "Nunca me he planteado si el piloto o el equipo cuenta más. Es la combinación la que gana", respondió el ingeniero, que argumentó su postura mirando al pasado. "Para mí nunca ha sido un problema que alguien ganara el Campeonato del Mundo con un prototipo del año anterior".
"Ya pasó en el pasado con motos que yo dirigía. Gabor Talmacsi ganó el título de 125 con una Aprilia de un año más antigua que la de Héctor Faubel, su rival directo. Marco Simoncelli se coronó campeón de 250 (2008) después de empezar el año con la moto del año anterior, con la que ganó algunas carreras".
"Luego, al final de la temporada tenía la moto nueva", recuerda Dall' Igna, antes de concluir: "Mi objetivo es ganar y tengo que utilizar todos los métodos posibles para conseguirlo. Al final puede suceder que el nuevo prototipo no mejore las prestaciones del antiguo: ¿dónde está el problema?"
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