En Yamaha hay indudable satisfacción por haber ganado el campeonato mundial de pilotos con Fabio Quartararo después de cinco años.
Pero son concientes que hay un rival fuerte, así lo demostró el ascenso de Ducati, que claramente parecía ser la mejor moto del lote en la fase final del campeonato. Además de haber ganado los títulos para constructores y equipos, la casa de Borgo Panigale ha ganado cuatro de las últimas seis carreras, y el accidente de Misano privó a la Roja de otro éxito.
Lo que vimos en las pruebas de Jerez de la Frontera ciertamente no tranquilizó a Quartararo, dado que Bagnaia felicitó sin rodeos a Ducati "por haber mejorado una moto ya casi perfecta". El francés pidió a Yamaha una pronta reacción, revelando públicamente su decepción por el material recibido en las pruebas y la intención de no firmar la renovación del contrato antes de haber experimentado de primera mano los avances realizados por su M1.
'El Diablo' ha explicado así que quiere esperar a los test de febrero en Sepang antes de entrar en el corazón de las negociaciones, situación que no parece preocupar al máximo responsable del equipo Yamaha, Lin Jarvis: “Que vamos a hablar con él. Seguro, pero con él siempre hablamos. Nuestro deseo es tener el mismo éxito el próximo año también. Hablaremos de muchas cosas, obviamente nuestro deseo es mantener a Fabio en el equipo de fábrica también en el futuro. Ciertamente habrá negociaciones con él y su gerente para evaluar la posibilidad de extender su contrato".
"El actual finaliza a finales de 2022. Para mí, lo mejor es evitar tener negociaciones complicadas durante la temporada y por tanto del lado de Yamaha no tendremos dudas en querer continuar la relación”, aseguró a Marca.
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