Christian Horner ha revelado que Red Bull no tuvo más remedio que desarrollar sus propios motores, pero Ferrari fue el más dispuesto de los proveedores existentes a venderles unidades de potencia.
La noticia de que Honda dejaría el deporte a fines de 2021 fue un shock para las personas, y no menos para el propio Red Bull, que de repente se vieron en la necesidad de un nuevo proveedor de motores de cara a la temporada 2022, lo que podría haber tenido implicaciones adicionales teniendo en cuenta los grandes cambios de regulaciones que ocurrirán al mismo tiempo.
Con el equipo en necesidad de ayuda, Horner dijo que antes de tomar la decisión de producir sus propios motores, necesitaban comparar precios primero. Pero con el equipo compitiendo al frente, no muchos levantaron la mano para ayudar: "Lo más natural fue tener una conversación con los proveedores existentes", dijo Horner en el podcast Beyond The Grid de la Fórmula 1.
“Mercedes fue una conversación muy corta y Toto obviamente no estaba particularmente interesado en eso. Renault, sus aspiraciones como equipo no incluían abastecer a un equipo como Red Bull, y probablemente el más dispuesto fue Ferrari. Y tuvimos algunas discusiones exploratorias. Pero ser un cliente, por lo que tener que aceptar toda la integración, particularmente con las nuevas regulaciones que se avecinan, sería una píldora enormemente difícil de tragar, así que fue entonces cuando comenzamos a explorar la posibilidad de asumir este desafío a la manera de Red Bull y ver si podíamos llegar a un acuerdo con Honda”.
Con eso, Red Bull Powertrains cobró vida, lo que Horner admite que se debió tanto a la necesidad como a tomar la decisión por sí mismos. Habiendo comprado la propiedad intelectual de Honda para facilitar la transición, desde entonces han estado en una intensa campaña de contratación para ocupar puestos directivos en el equipo. En ese tiempo, Red Bull logró robar a unos 15 miembros del personal de Mercedes, entre los que se encontraba el exjefe de motores Ben Hodgkinson, quien se convirtió en el primer director técnico de Red Bull Powertrains.
Horner dijo que la decisión de convertirse en su propio fabricante de motores tampoco requirió muchas explicaciones a los altos mandos de la empresa: “Es un gran paso, es un paso audaz, tomar el control de nuestro propio destino como proveedor de motores y traer todo bajo un mismo techo en Milton Keynes. Nos convertiría en el único equipo, además de Ferrari, que tendría todo en una sola instalación”, explicó.
“En términos de venta, creo que Dietrich Mateschitz, llegó a esa conclusión él mismo, que no teníamos otra opción, y Helmut fue obviamente un gran apoyo y presionando mucho para lograrlo. Fue absolutamente la decisión correcta".
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