Entre los muchos episodios que caracterizaron el Gran Premio de Emilia Romagna en Imola, uno de los más significativos fue sin duda el error de Lewis Hamilton en Tosa, durante el doblaje de varios coches que le precedieron.
El inglés estaba persiguiendo a Max Verstappen, pero falló el frenado, colocando las ruedas en una parte de la pista mojada y terminando en la grava. Después de estar atascado durante varios segundos, el campeón del mundo pudo comenzar de nuevo, usar la marcha atrás y volviendo a la pista. La posterior bandera roja por el accidente de Bottas-Russell le permitió limitar el daño en comparación con el resto del grupo y, en la reanudación, recuperar hasta la segunda posición.
Ha habido mucha discusión sobre la regularidad de la maniobra de Hamilton. La única prohibición estricta del uso de la marcha atrás es cuando estás en el pit lane. El reglamento de la F1 también enfatiza que está "permitido usar la marcha atrás en condiciones en las que sea seguro hacerlo" .
Según el director de carrera Michael Masi, la maniobra fue licita: "Viendo el choque en ese momento, el cambio de sentido desde la grava, escuchando las comunicaciones por radio de Lewis entre él y su equipo, lo estuvieron aconsejando absolutamente todo el tiempo sobre dónde estaba", comentó Masi a RacingNews365 .
"Entonces, en esa circunstancia particular no consideraría la posibilidad de reportarlo a los comisarios", agregó Masi, subrayando sin embargo cómo es necesario decidir caso por caso, en este tipo de situaciones: “Es necesario para revisar el conjunto completo de circunstancias que giran en torno al episodio”, concluyó.
Masi se refirió a las comunicaciones por radio entre Hamilton y su ingeniero de pista Peter Bonnington en esos delicados segundos. Al escuchar a los equipos de radio, se puede escuchar 'Bono' dándole al campeón del mundo toda la información para volver a la pista de manera segura.
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