Durante el fin de semana de Imola, se difundieron varios rumores en el paddock según los cuales el dueño del Aston Martin, Lawrence Stroll, habría amenazado con emprender acciones legales contra la FIA para defender a su equipo de la reforma regulatoria de 2021.
Según el canadiense estas nuevas normas habrian minado enormemente la competitividad de su equipo. Los cambios impuestos para este campeonato, de hecho, habrían creado varios quebraderos de cabeza para los coches caracterizados por un bajo rastrillo, como Aston Martin y Mercedes. Ya en Bahréin había protestado el director del equipo, Otmar Szafnauer, afirmando que los cambios al reglamento técnico se habían tomado sin la unanimidad necesaria, pero con 3 equipos en contra.
El director del equipo insinuó que pretendía encontrar una solución para "compensar las desventajas", o tener la posibilidad de intervenir en el coche más de lo que actualmente permite la normativa. Para lograrlo, Szafnauer abrió un canal de diálogo con la Federación en Imola: “Hemos tenido varias reuniones con la FIA. Estamos tratando de asegurarnos de que todo se haga de manera justa e imparcial".
"Las negociaciones aún están en curso y probablemente podamos ofrecer comentarios más detallados en los próximos días”. Toto Wolff comentó la historia de la siguiente manera: "Es comprensible preguntarse cuál fue la intención cuando se cambiaron las reglas. Nosotros en Mercedes probablemente éramos el objetivo, y Aston Martin era un daño colateral”.
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