Sergio Pérez hizo su debut oficial en Red Bull, primero probando el auto 2019 en Silverstone y luego, nuevamente en el circuito inglés, el nuevo RB16B. Un auto con el que el mexicano busca de inmediato la sensación, para convencer al equipo de la buena elección sobre su fichaje.
Debe dar lo mejor de si de inmediato: necesita velocidad no solo en la pista, sino para comprender el automóvil y en contacto con el garaje. Y el consejero Helmut Marko quedó impresionado por la actitud de Checo: “Debo decir que Sergio se ha integrado muy bien. Ya nos ha podido proporcionar información valiosa, especialmente en lo que respecta al motor Mercedes".
"Inmediatamente te das cuenta de que lleva diez años en la Fórmula 1, su experiencia llama la atención”, dijo Marko a la prensa austriaca. “En cuanto a la relación con Max Verstappen, hasta ahora no ha habido conflictos, todo está como debe ir. Veamos cómo se comportan en la carrera. Puedo anticipar que ninguno de los dos pilotos le regalará nada al otro: Max quiere establecerse y Checo pretende demostrar que muchos se equivocaron al subestimarlo”.
En enero, el propio Marko admitió: "Que antes de decidir renovar a Pérez, tenemos que considerar algunas variables, incluida la compatibilidad entre nuestros pilotos. Necesitamos ver si la pareja funciona bien y si, en general, son tan competitivos como queremos que sean. Pero nada es imposible para Sergio de cara al 2022".
Dejando claro, aunque no lo dijo con claridad, que Pérez no quería pelear con Verstappen para quedarse en Red Bull, ni entablar duelos fratricidas. El mexicano parece haber pasado la primera prueba, pero la respuesta final solo llegará al final de la agotadora temporada de 23 carreras en el calendario.
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