Después de algunas carreras fuertes, McLaren perdió en México los puntos sorprendentemente claros. El jefe del equipo, Andreas Seidl, ve la derrota como parte del proceso de aprendizaje. Inmediatamente después de la carrera, el alemán no tenía ninguna explicación lista.
McLaren es una de las sorpresas positivas de la temporada. Después de solo 62 puntos en la Copa Mundial en el año anterior, el equipo tradicional de Woking ya está a 111. Pero en México, la cuenta no podría incrementarse más. Carlos Sainz llegó a casa con más de una vuelta por detrás en el puesto 13. El compañero de equipo Lando Norris tuvo que rendirse prematuramente.La situación inicial para los corredores de color papaya no se había visto tan mal al principio. Desde la cuarta fila, un buen resultado parecía solo una cuestión de forma. Después de la primera vuelta, Sainz y Norris incluso subieron al cuarto y sexto. Pero entonces fue solo al revés.
"Ese fue realmente un domingo doloroso para nosotros", el jefe del equipo Andreas Seidl resumió el estado de ánimo en el campamento de McLaren. "Especialmente en los neumáticos duros, simplemente no pudimos mostrar el ritmo que tuvimos en los dos días de entrenamiento. Tenemos que analizar eso para entenderlo. Eso ya se insinuó con los neumáticos blandos al comienzo. No fue tan malo".
Después del buen comienzo, todo parecía un puntaje decente para McLaren. No hay explicación para el ritmo débil. Sainz y Norris no pudieron resistir los ataques de la competencia del mediocampo. Ambos retrocedieron un lugar tras otro. En el puesto de mando, los responsables no confiaban en sus ojos: "Por supuesto, se puede decir que las condiciones de humedad redujeron ligeramente el tiempo de entrenamiento. Teníamos menos datos de lo habitual, pero no había señales de que la velocidad hubiera desaparecido repentinamente", Seidl se encogió de hombros impotente.
El ritmo débil también fue un error costoso en la parada en boxes de Norris. Debido a que la rueda delantera izquierda no estaba bien asegurada, el novato tuvo que detenerse justo antes de la salida del pit lane. Los mecánicos volvieron a rodar el coche al garaje para corregir el error. Perdió tanto tiempo que el joven no tuvo oportunidad de ganar puntos en el campeonato.
"Tuvimos un problema con la tuerca de la rueda. El hilo se ha inclinado", explicó Seidl. Aunque no estaba colocada correctamente, Norris recibió la luz verde para salir: "Desafortunadamente, uno no se da cuenta inmediatamente del problema. Las paradas en boxes caducarán en dos segundos. Todos van al límite. Eso simplemente sucedió y es miserable", dice Seidl.
"Después de todo, hemos mejorado en comparación con el problema de Carlos Sainz en Monza. Esta vez logramos detener el auto dentro del pit lane y traerlo de vuelta. Pero ahora necesitamos comprender rápidamente cómo podemos mejorar tanto en tecnología como en el proceso". Norris fue sacado de la carrera más tarde porque los sensores registraron algunos valores excesivos. En una situación desesperada, los responsables no querían correr el riesgo de sufrir daños.
Pero Seidl trató de sacar algo positivo de todo: "Había mucho que aprender. Tal día es parte de nuestro proceso de maduración. Esto nos recuerda una vez más que todavía tenemos mucho trabajo por delante. Sabemos que tenemos un buen auto y un equipo fuerte. Ahora tenemos que reiniciar y volver en forma mejorada. Afortunadamente, la próxima carrera ya es en siete días. Podemos luchar rápido".
Después de todo, el daño fue limitado. La brecha con el primer perseguidor Renault disminuyó solo en cinco para seguir 38 cómodos. "Tuvimos la suerte de que los seis autos de los mejores equipos llegaron a la meta y los puntos detrás de ellos se distribuyeron de manera uniforme", Seidl parecía satisfecho.
El director del equipo, que ha estado en el cetro en Woking desde mayo, advierte a su escuadrón, que el cuarto puesto aún no está asegurado: "Siempre hemos dicho que las cosas aún no se han decidido. Solo se necesita una carrera loca en la que alguien de repente gana mucho. Por lo tanto, no debemos ser cegados por el plomo. Necesitamos mantener nuestro enfoque y trabajar duro".
El hombre de 43 años de Passau simpatizaba con Lando Norris. El joven ni siquiera pudo acumular la mitad de puntos este año que su compañero de equipo Sainz. Sin embargo, el liderazgo del equipo no está deslumbrado por esto: "Si llevamos a cabo el análisis interno de los dos pilotos, entonces sabemos que Lando tuvo mala suerte en algunas carreras y, por lo tanto, dejó muchos puntos. Pero si observa el desempeño en la calificación, entonces ambos pilotos generalmente están dentro de la décima. Ambos están haciendo un buen trabajo".
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