¿Halo; el mejor elemento de seguridad de los últimos tiempos?

En estos dos años, al menos cuatro episodios han recompensado la introducción del dispositivo para proteger las cabezas de los pilotos. Makino, Leclerc, Gelael y Peroni han probado en su piel el potencial de un sistema tan opuesto antes de su llegada que, sin embargo, ha demostrado ampliamente su utilidad.

Después de casi dos años, podemos decir sin tener que ocultar que el Halo ha sido una de las mejores soluciones de seguridad introducidas en los últimos veinticinco años. Y se puede decir a la luz del sol, sin temor a ser molestado, a pesar de que, al mismo tiempo, sigue siendo uno de los dispositivos más desagradables que se ven en un automóvil de carreras.

Desafortunadamente, no podemos objetar mucho esto. Halo, sin embargo, no es una peluca de belleza sino un sistema que debe proteger las cabezas de los pilotos. En las últimas dos semanas automovilísticas, entre Spa y Monza, la jaula que sobresalía de la cabina fue fundamental en al menos un par de ocasiones, que se agregan a las que ya se vieron anteriormente.

Halo es un éxito y los hechos lo demuestran. Precisamente, en cuatro ocasiones el dispositivo de seguridad demostró ser esencial para proteger el casco y la vida de los pilotos. El bautizo tuvo lugar en Barcelona en 2018. En la Fórmula 2, durante la quinta vuelta de la Carrera Sprint, Arden de Nirei Fukuzumi se chocó con Takasuke Makino, terminando con las ruedas traseras a la altura del aeródromo y cabina del auto # 2.

Las marcas de goma en el Halo y en el propio aeródromo indican que el riesgo involucrado ha sido considerable, con la víctima japonesa fuera de peligro que luego elogió el dispositivo a pesar de algunas dudas iniciales en las primeras pruebas. Una prueba aún más concreta, y con una mayor cobertura mediática, durante la última temporada fue la del Gran Premio de Fórmula 1 belga en Spa-Francorchamps, cuando Fernando Alonso, golpeado por el Renault de Nico Hulkenberg, partió literalmente con su McLaren sobre el Alfa-Sauber de Charles Leclerc.

La cámara lenta del vuelo mostró cómo la rueda delantera derecha del español detuvo su rotación contra el Halo, sin la posibilidad de continuar una carrera que hubiera arriesgado golpear el casco del piloto monegasco, ganador entonces un año después, así como hace unos días en Monza.

Es posible que dos eventos potencialmente peligrosos ya sean suficientes para justificar la introducción de Halo, pero 2019 hasta ahora nos ha dado al menos otro par de casos para confirmar su éxito. En el trágico fin de semana del Gran Premio de Fórmula 2 de Bélgica a finales de agosto, hay otro piloto que se ha arriesgado bastante.

 
Sean Gelael, de hecho, fue rescatado del Halo cuando, al llegar al sitio del terrible accidente unos momentos después de que los pilotos involucrados, golpeó un gran pedazo de escombros perdido por Giuliano Alesi con el dispositivo de seguridad. Una vez de vuelta en los boxes después de que se mostró la bandera roja, el piloto de Prema mostró signos de la colisión con los detritos, que ocurrió a alta velocidad, justo en el Halo.

Llegamos el fin de semana que acabamos de pasar en Monza. Alex Peroni, durante la carrera de Fórmula 3, es el piloto que más puede agradecer a Halo por estar vivo. Su vuelo que, incluso ahora, parece bastante increíble, así como inaceptable dada la causa, y casi comparable a un videojuego, mostró el 100% del potencial del sistema de protección de la cabeza. La dinámica del choque con las barreras laterales de la Parabólica apenas habría dejado una oportunidad para el piloto del equipo Campos, que incluso logró abandonar el monoplaza con sus propias piernas antes de ser sometido a los controles que mostraron una fractura de vértebra.

Las fuertes críticas recibidas por el Halo en el momento de las primeras representaciones y posteriormente de las primeras pruebas ahora se reflejan en la pista de acuerdo con las expectativas iniciales. Obviamente, esta no es la solución definitiva: de hecho, los límites siguen siendo para interceptar objetos pequeños y en caso de volcarse (por ejemplo, el de Hulkenberg en Abu Dhabi el año pasado).

Al otro lado del Atlántico, Indycar está a punto de presentar el Aeroscreen, una solución similar al Halo para la estructura pero equipada con un parabrisas. Dicho esto, no se puede negar que, hasta este momento, el Halo ha sido decisivo en las ocasiones destacadas y que, a este respecto, la FIA hasta ahora ha funcionado bien. Lo que sigue siendo animado es la diatriba entre los fanáticos más nostálgicos de los tiempos en que la sensación de peligro podía oler en el aire y los más propensos a la línea de seguridad profesional.

Aunque, desafortunadamente, los eventos de Spa-Francorchamps nos han recordado una vez más que a pesar de todos los esfuerzos posibles para proteger a los pilotos, el riesgo siempre estará al acecho.