Mercedes sabe los circuitos que lo harán sufrir

El Mercedes en Austria sufrió altas temperaturas: tanto Bottas como Lewis corrieron con un sistema de refrigeración agrandado para ayudar a enfriar la unidad de potencia. El inglés esperaba extender la primera etapa con respecto a Valtteri, pero al dañar el ala lo obligó a cambiar de planes.

Siete días después del triunfo en el Gran Premio de Francia, el Mercedes desapareció del radar. El equipo Campeón del Mundo en el Red Bull Ring experimentó un fin de semana anónimo, y por primera vez en este Campeonato del Mundo fue en realidad la tercera fuerza en el campo.

Un papel sin precedentes para Mercedes, y aunque el equipo estaba preparado para enfrentar un fin de semana cuesta arriba, todavía esperaba (como sucedió en otras ocasiones) superar los problemas de ADN de su automóvil y recolectar algo más que un tercer y un quinto puesto. La altitud del Red Bull Ring, (660 metros) y la temperatura de 35 grados obligaron a los técnicos de Mercedes a abrir las carrocerías W10, sabiendo que pagarían con el rendimiento aerodinámico.

Todo el automóvil (con la excepción del sistema de frenos) alcanzó temperaturas de advertencia, y los estrategas durante la carrera tuvieron que dar prioridad a no poner a Bottas y Hamilton en el tráfico en lugar de encontrar el mejor momento para el cambio de neumáticos.

Para complicar aún más la carrera, Hamilton en la curva 10 dañó un mamparo del alerón delantero, un problema que ha crecido progresivamente y que le hacía perder de 4 a 8 décimas por vuelta, lo que obliga al equipo a anticipar la parda de Lewis en el pit lane para cambios de neumáticos y reemplazo del ala dañada.

El plan era mantener a Hamilton en la pista por más tiempo, anticipando la parada de Bottas en la vuelta 21 (una decisión que obligó a Ferrari a detener inmediatamente a Vettel y Leclerc), dejando a Lewis libre. Pero con el ala dañada, Hamilton tuvo que regresar al pit lane 7 vueltas más tarde, después de perder mucho tiempo en las últimas vueltas.

Además, tanto a Hamilton como a Bottas se le pidió ahorrar neumáticos y gasolina, una novedad para los conductores de Mercedes. El tener que conservar estos dos elementos fue muy impactante en sus carreras, un récord de prudencia en la historia de Mercedes y una nueva situación para Lewis y Valtteri.

Cuando Verstappen llega a la posición de Bottas, el finlandés literalmente se hizo a un lado, consciente de tener otros problemas que enfrentar con la esperanza (confirmada más tarde) de llevar a casa al menos los puntos de la tercera posición.

Presentó una de las etapas más temidas, ahora el Mercedes volverá a la pista en el ambiente amistoso de Silverstone, pero si no habrá evoluciones que afectarán al W10 (en la agenda de hoy no hay ninguno), Mercedes ya ha presupuestado otras carreras en las que pasará del papel de cazador a presa.

El Gran Premio de México ya está en la lista de carreras cuesta arriba, mientras que en otras pistas para crear problemas (menos que en Spielberg) podría ser la temperatura. En vista del Gran Premio de Gran Bretaña, solo se temen eventos inesperados, pero en vista de Hockenheim y Budapest, la alarma de temperatura no es una hipótesis considerada imposible.