Los comisarios de la carrera tuvieron en Silverstone una mano mas relajada. Dejaron correr los numerosos duelos sin intervenir. Sólo Sebastian Vettel fue castigado. Tampoco hubo dos opiniones sobre el accidente.
La Fórmula 1 estaba siendo cuestionada por ser demasiada estricta en materia de castigos. En Monte Carlo, Montreal y Paul Ricard, hubo una penalización de tiempo para diferentes pilotos. El corsé, que permite a los pilotos moverse en la pista, continuó ajustándose con cada decisión tomada por los comisarios. Puedes compararlo con el fútbol. Cuanto más silbido, más sufre el flujo del juego.En Austria se ha oscilado. En Spielberg, los comisarios se alejaron de su línea bastante dura y de pequeña escala. Max Verstappen no recibió castigado por su movimiento con Charles Leclerc. Un juicio con efecto señal. "Una decisión a favor del deporte, y no para la mesa de comisarios", comentó Sebastian Vettel. El veredicto también se discutió en círculos profesionales y en la escena de los fanáticos. No necesariamente por la maniobra en sí. Más bien, uno pierde una línea común en las decisiones de los comisarios.
Austria fue una especie de nuevo comienzo. Los conductores han interpretado el veredicto para que finalmente puedan competir entre sí nuevamente. Que se les permita tocarse entre sí, sin tener que temer una penalización. El manejo de los duelos en el GP de Inglaterra lo confirmó. Los cuatro comisarios examinaron algunos incidentes en sus cuatro pantallas grandes, pero solo castigaron a uno de ellos. En el accidente entre Sebastian Vettel y Max Verstappen no hubo dos opiniones. Vettel chocó al Red Bull desde atrás, luego de bloquear en la frenada. El castigo fue incuestionable.
Comentarios
Publicar un comentario