El campeón agradece llegar a Q3 en Arabia Saudita, pero reconoce que aún está lejos de su mejor versión
Por Speed and Racing
Lewis Hamilton está en una carrera contra el tiempo... y contra su propio monoplaza. En Yeda, durante la clasificación del Gran Premio de Arabia Saudita, el británico apenas logró colarse en la Q3 y partirá desde la séptima posición. Puede parecer una actuación aceptable, pero para un siete veces campeón del mundo, es otra muestra de lo incómodo que se siente dentro del SF-25.
Hamilton no se anda con rodeos: “Fue una clasificación difícil, como suele suceder”. El piloto de Ferrari reconoció que no estuvo en forma durante todo el fin de semana y que apenas sintió progreso entre las sesiones. Y eso se nota. A pesar del trabajo minucioso —fue el último en dejar el paddock tras los libres— el monoplaza sigue sin hablar el mismo idioma que él. Y para complicar aún más la sinfonía, su relación con el ingeniero de pista Riccardo Adami aún no encuentra el tono correcto.
“Estoy agradecido de haber logrado llegar a la Q3”, comentó Lewis. Sí, agradecido. Palabra rara en boca de un campeón acostumbrado a pelear por poles. Pero el presente es otro. Ferrari tiene velocidad, pero no todavía para Hamilton. El inglés lucha con el coche, con la confianza y con el cronómetro. Aun así, se aferra al optimismo: “Estamos mejorando. No nos rendimos”.
¿Qué puede esperar Ferrari mañana? Con Sainz fuera por apendicitis y Leclerc más sólido, será Lewis quien deba mostrar que, aunque aún no domó al SF-25, su talento sigue tan afilado como siempre.
¿Y vos qué pensás? ¿Veremos a Hamilton remontar en carrera o seguirá el calvario rojo?
Comentá y compartí en redes con el hashtag #SpeedAndRacing
Comentarios
Publicar un comentario