2026 es la gran incógnita para Red Bull. De hecho, esa temporada debutará en la F1 el primer motor 100% fabricado en Milton Keynes. Christian Horner se ha centrado mucho en el último paso para transformar a Red Bull en un equipo 100% independiente, pero el reto es enorme a pesar de que el personal contratado por Horner es del más alto nivel.
Si hace un año Helmut Marko había colocado a Red Bull PowerTrains en la segunda posición de la parrilla de unidades de potencia de cara a 2026, ahora el proyecto de Red Bull ya no parece estar en primera fila. Respecto al hecho de que el proyecto de motor de Red Bull haya llegado a un momento de crisis."Estamos tratando de afrontar la curva de crecimiento natural, en motores estamos 70 años por detrás de Ferrari", manifesto Horner. "Tenemos un grupo de gente muy competente trabajando y estamos intentando aplicar la misma filosofía al motor que aplicamos al chasis".
"El motor, sin embargo, es un desafío diferente. ¿Dónde estamos comparados con los demás? Nadie tiene garantías de dónde se sitúa respecto a la competencia, estamos hablando de una hoja de papel en blanco".
"El hecho de no disponer de un motor de esta generación tiene ventajas e inconvenientes, porque evidentemente no tenemos un punto de partida, ni parámetros de fiabilidad. Sólo en 2026 veremos realmente si hemos logrado nuestros objetivos, pero si miramos los dos años que han transcurrido hasta ahora, teniendo en cuenta un comienzo prácticamente igual, ya hemos logrado resultados notables".
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