El finlandés se unió Mercedes cuando Nico Rosberg anunció su sorprendente retirada a finales de 2016 y ha pasado a disfrutar de cuatro temporadas relativamente exitosas con el equipo alemán. Hasta la fecha, Bottas ha acumulado nueve victorias, 16 poles y 47 podios con las flechas plateadas, lo que de ninguna manera es un mal registro, pero palidece en insignificancia cuando se compara a lo que Hamilton ha logrado.
Durante su tiempo juntos, Hamilton ganó 42 carreras, logró 37 poles y subió al podio 61 veces en su camino hacia cuatro títulos mundial bastante cómodos. Sin embargo, Bottas definitivamente ha jugado su papel en el éxito del equipo y es fácil entender por qué a Toto Wolff le gusta tenerlo cerca.
Su gran atractivo es que es un piloto número dos confiable y un personaje bastante modesto que no causa ningún dolor de cabeza dentro del equipo. Los dos pilotos de Mercedes nunca se han enfrentado en la pista, lo más cerca que estuvieron fue en las primeras vueltas del GP de Gran Bretaña de 2019, lo que será un gran alivio viniendo de la conflictiva era Hamilton-Rosberg.
Sin embargo, hay un tiempo limitado para que el nivel de rendimiento pueda justificar su ocupación continua de un asiento en Mercedes, y con el talento emergente de George Russell esperando entre bastidores, algo tiene que cambiar en 2021 para Bottas.
Es poco probable que Wolff saque a su siete veces campeón del mundo, y con los rumores que circulan de que Hamilton está regateando por un nuevo contrato de varios años, no parece que planee dejar el deporte en el corto plazo. Por lo tanto, mediante el proceso de eliminación más simple, es justo asumir que Bottas sería el hombre que dejaría paso cuando llegue el momento.
Pero hay una salvedad: ¿y si el finlandés gana el campeonato mundial este año?. ¿Podría Mercedes justificar deshacerse de su campeón mundial?. Sería extremadamente duro si fuera así, pero si conservaran tanto a Hamilton como a Bottas para la temporada 2022, seguramente se arriesgarían a perder su perspectiva futura ante un equipo rival.
Si bien Russell está dispuesto a continuar en Williams en el entendimiento de que pronto tendrá un asiento en la mesa principal, es difícil imaginar que el futuro joven de 23 años quiera extender ese período más, especialmente dado que lo bien que se desempeñó en lugar de Hamilton en el GP de Sakhir.
Por tanto, un problema potencial se acecha al equipo alemán. Si Bottas puede montar un desafío por el título sostenido y capitalizar cualquier error poco común de su compañero de equipo, el tiempo lo dirá. Si no, su futuro en Mercedes, y quizás incluso en el deporte, podría estar en duda.
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