La revista especializada 'auto motor und sport' informa al menos que Red Bull ha dado a la Fórmula 1 un "ultimátum", que dice: O el mayor desarrollo de las unidades de potencia se congelará por completo al comienzo de la temporada 2022, o Dietrich Mateschitz tomará sus dos equipos Red Bull y AlphaTauri y dejará la F1.
De ser así, sería la primera aplicación concreta de la nueva cláusula de salida del Concorde Agreement, que en principio se extiende hasta finales de 2025, pero que permite a todos los equipos salir de la Fórmula 1 sin penalización, siempre y cuando se informe a tiempo. En un lenguaje sencillo: Red Bull podría anunciar para marzo de 2021 que ya no estará allí en 2022.
Lo que Red Bull quiere lograr con la supuesta amenaza de salida está claro: solo si el desarrollo del motor se congela, el proyecto de la unidad de potencia puede continuar de forma independiente después de la salida de Honda y así salvar los próximos años, hasta que se encuentre un nuevo socio de fábrica.
Es obvio quién podría ser este futuro socio: "Hay fabricantes alemanes que en el pasado han estado más cerca, a veces más distantes, pero han mostrado interés en la Fórmula 1", dice el consultor de deportes de motor de Red Bull, Helmut Marko en entrevista con Ralf Schumacher de la cadena Sky. Presumiblemente se refiere al grupo VW, cuyo CEO Herbert Diess recientemente causó sensación con un coqueteo en las redes sociales con la Fórmula 1. En los últimos cinco años, una posible entrada a la Fórmula 1 en Wolfsburg se ha examinado intensamente dos veces. Con Audi, Porsche y Volkswagen tendrías al menos tres marcas imaginables al principio.
Si Red Bull prevalece con el ultimátum en dirección a la Fórmula 1, el área del tren motriz seguirá siendo "un proyecto de Red Bull hasta que expiren estas regulaciones", dice Marko. Pero también está claro que un motor Red Bull basado en tecnología Honda no es un proyecto de futuro: "No es nuestra prioridad convertirnos también en un fabricante de motores". Marko ya ha dejado claro que tal escenario sería preferible a una relación de cliente con Renault o Ferrari, al menos durante un período de transición. Para ello, "trasladaríamos todo a Inglaterra, pero necesitamos cierta ayuda de Sakura", se refiere al centro de desarrollo de Honda existente en Japón.
A Red Bull le gustaría ver cambios en las regulaciones. Independientemente de esto, para Marko está claro que las nuevas regulaciones de motores, siempre que lleguen, "tienen que ser significativamente más baratas en términos de costos. La tecnología tiene que ser más simple. Desde mi punto de vista y desde el punto de vista de los entusiastas de las carreras, debe hacerse de nuevo".
"Y un punto muy importante es la gasolina sintética. Porque eso nos hará libres de CO2. Ese es, por supuesto, un argumento que se necesita para el desarrollo de motores de serie para autos deportivos y similares. Esta es otra contribución al medio ambiente". La gasolina sintética también juega un papel crucial en la cumbre de Portimao. La Fórmula 1 se ha fijado el objetivo de conducir con un 20 por ciento de mezcla con combustibles convencionales a partir de 2022.
Según la información de 'motorsport.com', podría cambiar al 100 por ciento a los llamados combustibles electrónicos a partir de 2023. Sin embargo, el desarrollo del motor no se puede congelar para tal paso, porque las unidades de potencia deben adaptarse al nuevo combustible. En otras palabras: si Red Bull prevalece, la introducción de combustibles electrónicos al 100% tendría que posponerse, o incluso adelantarse hasta 2022. Técnicamente, eso sería ambicioso, pero factible.
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