Ferrari ha soportado una de sus peores temporadas en décadas con la Scuderia actualmente en el sexto lugar en el campeonato de constructores. Vio que sus dos coches no lograron llegar a la Q3 en su carrera de casa en Monza antes de que Sebastian Vettel y Charles Leclerc no pudieran terminar la carrera del domingo. A pesar de su mala forma, Camilleri insiste en que no tiene intención de reemplazar a Binotto y ha subrayado la necesidad de "estabilidad".
"Tengo que decir que tengo plena confianza en Mattia Binotto y su equipo", dijo Camilleri al New York Times. "Los resultados no demuestran lo que estoy diciendo, pero estas cosas llevan tiempo. Lamentablemente, en el pasado ha habido demasiada presión y una historia de personas que han sido despedidas. Había una especie de atmósfera de puerta giratoria, y estoy poniendo fin a eso".
"Lo que necesitamos es estabilidad y concentración. Si miras el período de Red Bull de ganar campeonatos, Mercedes hoy, además del talento, una de las cosas clave que tenían era estabilidad, y eso, francamente, a nuestro equipo le ha faltado". Camilleri citó las decisiones de Ferrari a mediados de la década de 1990, cuando fichó a Michael Schumacher junto a Jean Todt y Ross Brawn, y los años que necesitó el equipo para volver a la cima.
"Si miro hacia atrás al calibre de Jean Todt, Michael Schumacher, Ross Brawn [director técnico en ese momento] y todos esos muchachos, les tomó seis años llegar a lo que finalmente se convirtieron: este equipo ganador fenomenal", dijo. "Así que quiero asegurarme de que la estabilidad se mantiene, a pesar de la increíble presión que hay en el equipo, particularmente de los medios italianos, que son bastante brutales a veces, pidiendo que rueden cabezas, pero esa no es la solución. Sin embargo, esto no significa que no consideremos inyectar habilidades y recursos adicionales en el equipo existente".
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