La F1 se está quedando en el circuito austriaco por un segundo fin de semana debido a los cambios en el calendario impuestos por la crisis del coronavirus, lo que significa que Mercedes enfrenta la misma pista que creó un problema complejo en la carrera de apertura de la temporada 2020. Al ganador de la carrera, Valtteri Bottas, y a su compañero de equipo Lewis Hamilton, se les pidió que ayudaran a manejar un problema "crítico" con la caja de cambios durante el Gran Premio de Austria, ya que un problema del sensor creó una acumulación de "ruido eléctrico" que arriesgó termina la carrera.
Mercedes reveló después de la carrera que parecía ser una "característica del modelo" y, por lo tanto, corre el riesgo de repetirse con el automóvil en su forma actual.
El jefe del equipo, Toto Wolff, dice que Mercedes "ejecutará nuevos componentes este fin de semana para mejorar la situación", aunque esto no parece significar un nuevo diseño de caja de cambios.
"El resultado de la primera carrera se ve bien en el papel, pero la realidad es que tuvimos la suerte de terminar la carrera", dijo Wolff. "La confiabilidad nos causó verdadera preocupación y es algo en lo que estamos trabajando como nuestra máxima prioridad. En una temporada más corta con un número de carreras aún por determinar, cada punto cuenta, por lo que debemos mejorar rápidamente en ese frente".
"Nuestros principales problemas fueron con los componentes eléctricos de la caja de cambios, causados por los bordillos agresivos en Spielberg. Primero notamos el problema el viernes e inmediatamente comenzamos a trabajar en mitigaciones para las próximas carreras, tanto en la fábrica como en la pista".
A pesar de su diseño corto, el circuito austríaco es un circuito notoriamente agresivo, particularmente con los bordes alrededor de la pista. El problema de Mercedes se manifestó por primera vez en la práctica del viernes y se preparó para una repetición durante el Gran Premio: "La realidad detrás de esto es que el circuito austríaco es muy, muy agresivo, especialmente con las curvas", explica el estratega jefe James Vowles.
"Pone mucha carga en la suspensión y en el automóvil. Debe usar los bordillos para obtener el tiempo de vuelta, pero esos bordillos también están generando muchas vibraciones en el automóvil y mucha carga en el automóvil". Eso dio lugar a que se pidiera a los pilotos que evitaran los bordillos lo más posible durante la carrera, mientras se desarrollaba esta situación.
Sin embargo, con el uso frecuente de los bordillos que permiten ganar un par de décimas de tiempo de vuelta, esa no es una solución que pueda sostenerse durante todo un gran premio para seguir siendo competitivos. Wolff dijo después del Gran Premio que Mercedes tiene "ideas" sobre cómo intentar introducir una contramedida para la segunda carrera en el Red Bull Ring, para al menos reducir el impacto del problema.
Aunque solo quedan cuatro días libres entre carreras, comenzando con la práctica del viernes, Mercedes ha estado trabajando en el tema durante una semana completa. Cualquiera sea su solución, tendrá como objetivo aliviar el sufrimiento de los elementos eléctricos de la caja de cambios; de lo contrario, corre el riesgo de un doble DNF.
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