Anthoine Hubert pagó la colisión en Spa-Francorchamps con su vida. Juan Manuel Correa sobrevivió con heridas graves. El joven de 20 años luchó con la muerte durante tres semanas. Correa estaba en coma. Tenía las piernas maltratadas, la columna vertebral y los pulmones heridos. Ocho meses después del accidente de terror, el estadounidense con raíces ecuatorianas ya está hablando de competir nuevamente. Correa espera haberse recuperado completamente para el próximo año a más tardar. Y luego incluso quiere correr de nuevo.
En Spa-Francorchamps, el automovilismo experimentó su hora más oscura del año en agosto pasado. Correa golpeó el auto de Hubert con toda su fuerza en la carrera de Fórmula 2. A 218 km/h y en un ángulo de 86 grados, el conductor se abrió paso a través del automóvil del francés en el auto de carreras Charouz (Sauber Junior Team). Hubert no tenía ninguna posibilidad de sobrevivir al accidente. Correa golpeó su automóvil en el lugar más vulnerable justo detrás de las ruedas delanteras.
Hubert se aceleró con más de 80 g, Correa desaceleró con más de 65 veces la fuerza. Es un milagro que haya sobrevivido al accidente. Y ahora en camino a una recuperación rápida. En un podcast con el canal deportivo estadounidense ESPN, sobre el que escribe "Racer", Correa habla de sus graves lesiones.
Especialmente las lesiones graves en la pierna derecha presentaron a los médicos grandes desafíos: "Las lesiones en la pierna derecha fueron muy graves. Las primeras semanas tuvieron que ver con salvar la pierna", explica el joven de 20 años. "Fue tan malo que los médicos me ofrecieron la opción de una amputación".
"Decidí no hacerlo. Fueron tres semanas muy difíciles. Tuvimos que esperar y ver si mi cuerpo acepta la pierna o la rechaza. Fueron tres semanas en las que solo podía esperar a que la pierna se volviera azul y se cayera. Fue un proceso largo. En cada punto de control, se trataba del próximo pronóstico. ¿Cuál es el mejor y el peor resultado posible?".
Correa luchó y ahora parece que los esfuerzos están dando resultado. Al joven se le permitió salir del hospital en Londres en noviembre. No antes de dar un pronóstico a los especialistas: "Les pregunté sin rodeos cuándo podría conducir nuevamente si quisiera. Ellos dijeron: No en los próximos dos años. Eso fue en noviembre. Si miro mi recuperación, no voy a conducir nuevamente este noviembre, pero probablemente a principios del próximo año, si las cosas continúan yendo tan bien. Y eso sería mucho antes de lo que los médicos predicen".
Correa ha estado en su ciudad natal de Miami desde entonces. La regeneración continúa como en un libro ilustrado. Es como una cura milagrosa. La voluntad de Correa parece intacta. Los médicos habían pronosticado que pasaría entre cinco y seis meses antes de que pudiera caminar con muletas. Solo tomó tres semanas: "Me dijeron que sería un buen movimiento si pudiera volver a correr en un año y medio o dos. En caso de que todo salga normal y pueda salvar la pierna. Ahora casi puedo caminar de nuevo y no hace ocho meses".
El joven de 20 años admite que inicialmente no pensó en un regreso: "Especialmente al principio, cuando estaba pasando por el momento más difícil y todo era tan inseguro, no me importaban las carreras. Lo que me interesaba era cómo sería mi vida. Mi vida como persona". Pero después de unos días sin correr en mente, el deseo y el amor habían regresado.
El regreso es una ayuda motivadora para Correa: "Para mí, realmente podría haber sido una oportunidad para dibujar una línea limpia, comenzar desde cero, estudiar, ¡convertirme en DJ!. No lo sé. Probablemente nada sobre el deporte, esa fue mi única limitación, ya que mis piernas nunca volvieron al 100 por ciento. Pero de lo contrario podría haber elegido todo".
"Pero me encanta competir. Solo pasaron unos días antes de darme cuenta de que no perdería mi amor tan fácilmente. Necesitaba el desafío para motivarme y comenzar el largo viaje por delante". Donde termina esto aún no está claro. Pero incluso si Correa solo luchara en series de deportes de motor más bajos, sería una gran voluntad y un esfuerzo de por vida.
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