¿Ferrari quedó en evidencia en Austin?

En el paddock hay quienes relacionaron la falta de rendimiento de los SF90 en Austin con la directiva técnica que vinculaba el uso del medidor de flujo. Pero no se tuvo en cuenta que Leclerc rompió un motor y la Scuderia entró en pánico con los activos. Binotto rechaza todas las acusaciones y se espera una pronta reacción en Brasil.

Algunos dicen que las quejas hicieron que el equipo cambie el flujo en su motor. Y que sin el combustible adicional entre una encuesta y la otra del medidor de flujo no era posible alcanzar esas velocidades monstruosas que caracterizaban a los Ferrari desde Monza en adelante. La respuesta de la FIA a la carta de Red Bull del 22 de octubre, por lo tanto, habría cortado las alas de los Rojos a partir del GP de los Estados Unidos.

Max Verstappen habría tenido palabras muy duras a Ziggo Sport, de confirmarse, dando lugar a una serie de ataques contra el SF90. Pero Nikolas Tombazis dejó en claro lo que no se puede hacer con el medidor de flujo, pero no dijo que Ferrari estaba fuera. Y alguien, tal vez, ha hecho las cuentas sin el anfitrión.

Por supuesto, el domingo estadounidense que marcó el sexto campeonato del mundo de Lewis Hamilton fue el peor del año para el equipo rojo. Charles Leclerc terminó cuarto, pero 52 segundos detrás del Mercedes, apoyando las teorías de la conspiración. ¿Ferrari ha vuelto repentinamente a ser el que estaba en crisis en el GP de Hungría que había establecido el punto más bajo de la primera parte de la temporada?.

A juzgar por el resultado de Austin, se trata de decir que sí, pero debemos ser fáciles en los juicios sumarios. Para empezar, vimos solo un SF90. La de Sebastian Vettel ya había puesto la flecha al comienzo para dejar pasar a los que estaban dentro del alcance, una señal de que el alemán había sentido de inmediato que algo andaba mal.

En la octava vuelta, el triángulo superior de la suspensión trasera se rompió y, como un vaquero consumado, Seb trató de domar al asustado Cavallino con la parte trasera agachada que producía chispas y el frente levantado del suelo.
Este Ferrari, por supuesto, no puede ser juzgado, incluso si uno se pregunta cómo es posible un colapso estructural en un auto del equipo superior sin haber sido tocado.

Estos descansos son los peores para un equipo porque le quitan la confianza al conductor y hasta que se descubra la causa de la falla, es normal que el Departamento de Carreras esté bajo mucha presión. Leclerc parecía estar corriendo con el freno de mano apretado en la primera etapa: el Monegasco estaba luchando con un tren de neumáticos medios que no funcionaba (¡hubo momentos en que Charles le quitó casi tres o cuatro segundos al Mercedes! ).

Está claro que en la configuración hay algo que no funcionó, pero en general la Scuderia comenzó mal el fin de semana, descubriendo que la máquina descargada en EE. UU. estaba demasiado lenta para la pista llena de baches. Al cargar el SF90 desaparecieron parcialmente las velocidades máximas habituales, haciendo que el bombo de los rivales suene que en medias palabras nos permite entender quién sabe qué irregularidades del motor.

Lástima que Leclerc rompió su motor EVO 3 en la primera sesión de entrenamientos libres el sábado. Ferrari habló de una fuga de aceite, mientras que para nosotros es una pérdida de agua que literalmente sopló el seis cilindros que hizo su debut en Monza y estaba en la quinta carrera, aunque debería haber llegado al final de la temporada.

El monegasco, por lo tanto, compitió en la calificación de Austin con el motor EVO 2 que debutó en Canadá e hizo su última aparición en Singapur, después de haber llevado a Charles a su primer éxito en la F1 en el GP de Bélgica en SPA. Ceder habría sido un componente del sistema de enfriamiento de 6 cilindros, para el cual se habrían ahorrado el turbocompresor y el sistema híbrido, mientras que el motor térmico estaría muerto.

La columna de humo que vimos en la parte trasera del Rossa se debió al hecho de que el sistema de agua se mantiene a una presión de 2 bares para permitir que la unidad alcance una temperatura de 125 grados, muy por encima de ebullición del líquido.
Los ingenieros del Cavallino dirigidos por Wolf Zimmermann esperan cerrar el campeonato mundial sin tener que recurrir a un cuarto ICE.

Para el envejecimiento, la unidad que ahora tiene más de 5.000 km de recorrido, debería haber perdido unos quince caballos, mientras que el diferencial de rendimiento con el Spec 3 más avanzado se evaluó en una décima de segundo por vuelta. Está claro que Charles se encontró con un rojo sin acabado y con un motor ligeramente averiado que casi alcanzó el límite de kilometraje.

Por esta razón, puede ser que los técnicos de Cavallino hayan decidido adoptar un mapeo que tenga menos empuje de lo habitual para evitar afectar la confiabilidad a expensas del rendimiento. Tanto es así que en Speed ​​Trap, Leclerc fue solo 13º con 321.5 km/h contra los 328.7 km/h de Alexander Albon con Red Bull, pero el auto rojo estaba justo detrás del ganador Valtteri Bottas (324.1 ) pero aún por delante de Lewis Hamilton, mientras que en las otras secciones de la pista, el Monegasco fue el más rápido en la línea de meta en T1 y el segundo detrás de Bottas en T2.

En resumen, con un automóvil en desorden y un motor desinflado, surgió el difícil fin de semana de Ferrari, que tiene muchos problemas que resolver, pero que rechaza las acusaciones sobre la presunta irregularidad. Mattia Binotto estaba particularmente furioso con las declaraciones de Verstappen. Ferrari solo tiene una forma de mantener a todos en silencio: volver a dictar la velocidad en Interlagos. El equipo de Cavallino tendrá muchas heridas que lamer antes de ir a Brasil, pero merece que haya una contra prueba de los hechos.