Muchos pilotos han llegado a la Fórmula 1 a través de la academia de pilotos de Red Bull con distintos niveles de éxito. Por cada Sebastian Vettel o Max Verstappen, hay un Jaime Alguersuari o Scott Speed y el modelo no ha sobresalido en un par de años.
Solo en los últimos dos años, Pierre Gasly y Alex Albon han sido promovidos del equipo junior a Red Bull Racing, solo para perder ese asiento en 18 meses. En ambos casos se podría argumentar que fueron promovidos demasiado rápido y, dado el éxito posterior que ha tenido Gasly, parece que su mala gestión de los jóvenes talentos les ha costado.
Con Gasly de regreso en AlphaTauri y Albon empujado a un rol de reserva, han optado por un piloto externo en la forma de Sergio Pérez por primera vez desde que contrataron a Mark Webber en 2007 y con esa decisión, el rol de su academia debe ser cuestionado. Yuki Tsunoda, quien conducirá para AlphaTauri en 2021, parece ser un prospecto emocionante, pero aparte de él, los armarios se ven un poco vacíos.
Para analizar dónde salieron las cosas, no se puede mirar más allá del estilo despiadado del jefe de la academia, Helmut Marko. El ex piloto de Fórmula 1 ha sido conocido durante mucho tiempo por su estilo de entrevista sin filtros y, como gerente, ha tendido a despedir a los pilotos de una manera abrupta. Antonio Felix da Costa, Jean-Eric Vergne y Sebastien Buemi son figuras notables que quizás fueron despedidas demasiado pronto.
Ahora, Marko y Red Bull argumentarán que, a menos que un piloto pueda llegar a lo más alto, deben ser apartados para dejar espacio a una alternativa más joven y con más talento. Daniil Kvyat no hizo mucho mal durante su única temporada con el equipo, pero pocos dirían que debería haber sido retenido por encima de Verstappen.
Sin embargo, sigue existiendo la sensación de que los propios Red Bull han plantado las semillas a partir de las cuales ha crecido esta necesidad de buscar un piloto externo. Si hubieran estado más dispuestos a mantener a los pilotos y encontrar lugares para ellos en otro lugar, tal vez no se hubieran visto obligados a promover a Gasly o Albon tan rápido.
El desarrollo de un prospecto que eventualmente pueda dar el paso al deporte de alto nivel es un desafío monumental y no todos pueden alcanzar esas alturas. El hecho de que Red Bull haya logrado producir ganadores de carreras con la clase y habilidad de Vettel, Verstappen y Daniel Ricciardo es un logro fantástico y por eso merecen crédito.
Pero con la contratación de Pérez, se hará la pregunta sobre dónde se sientan en ese dial entre la indecisión y la crueldad, y ahora hay presión para encontrar la próxima joya escondida que pueda dar el paso correcto, en el momento adecuado.
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